Enfermos renales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Guerrero denunciarán de manera penal y se irán al amparo colectivo en contra del mal servicio que les ofrece el instituto.
Familiares de pacientes que reciben tratamiento de hemodiálisis y que rechazan recibir el servicio en la clínica de Santa Lucía, donde los envió el IMSS-Guerrero, protestaron de manera pacífica en las instalaciones de la Unidad Deportiva Vicente Suárez.
En las pancartas que portaban los inconformes mostraban leyenda como “AMLO auxilio nos quieren matar”, “AMLO y Robledo Auxilio”, “Teneos miedo al Covid -19 pero más a los corruptos del IMSS auxilio”.
Miriam Fajardo de los Santos, presidenta de la Asociación de Enfermos Renales en el Estado, dijo que ya no seguirán protestando y harán todo de manera legal.
“Todas las personas que entren al amparo colectivo esperemos cambiarlos de manera inmediata en cuanto el juez nos de el fallo para que tengan una mejor calidad de vida”.
Lamentó que el IMSS sea “ciego, sordo y mudo” ante los enfermos renales y se les haya negado a cambiarlos de clínica para recibir una mejor atención médica a pesar de mostrar en videos todas las evidencia del mal servicio que se les brinda en el hospital Santa Lucía.
“A pesar de que son profesionales de la salud no tienen sentimientos de ver como sufre el enfermo renal”, señaló.
Dijo que el personal del hospital de Santa Lucía, donde los envió el IMSS, para recibir la atención de hemodiálisis, sólo ven el negocio redondo qué hay en el enfermo renal.
A pesar de las condiciones insalubres en que se encuentra el hospital Santa Lucía, los pacientes siguen acudiendo para recibir la atención de hemodiálisis y porque no les queda de otra al no tener la solvencia económica como para atenderse de manera particular.
Miriam Fajardo, comentó que una comisión de familiares de pacientes renales acudió a la Ciudad de México para buscar una audiencia con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y ahí un abogado les recomendó que todo lo hicieran por la vía legal.
Denunció que pacientes renales de Acapulco, Costa Grande, zona Centro que acuden al hospital Santa Lucía están sufriendo el maltrato que le dan los médicos y enfermeras y además de que utilizan maquinaria obsoleta.