A seis meses del paso de Otis, el huracán no sólo dejó desastres materiales sino traumas en personas, particularmente en los niños, causándoles síntomas de ansiedad, depresión y trastorno por estrés postraumático.
Jenmi García, experta en la salud mental, comentó que los desastres naturales son eventos estresantes que pueden causar daños significativos a las comunidades, familias y la niñez.
"La salud mental juega un papel importante en la salud física, el desempeño escolar, el comportamiento y la calidad de vida a largo plazo. Por lo tanto, es importante mantener a los niños física y mentalmente seguros durante y después de un desastre".
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El estrés emocional causado por Otis afectó más a algunos niños debido a que ellos entienden menos la situación, se sienten menos capaces de controlar los eventos, tienen menos experiencia manejando situaciones estresantes y es posible que no puedan comunicar sentimientos como temor o ansiedad, explicó la psicóloga.
"Además, los niños que previamente han experimentado un trauma o tienen un trastorno mental, emocional, del comportamiento o del desarrollo prexistente, pueden ser especialmente vulnerables antes de que ocurra un desastre. Por ejemplo, los niños con autismo —al igual que los bebés y los niños pequeños—, pueden tener dificultad para comunicar sus pensamientos y sentimientos".
¿Cómo prevenir que los niños sufran estrés?
Jenmi García recomienda a los padres y cuidadores tomar medidas que alienten a los niños a sentirse seguros aún cuando no haya nada seguro en su entorno, ya que se conoce que se tiene la capacidad de salir adelante, pero no se cuenta con los recursos para hacerlo.
"Nuestra función como padres es darles seguridad en medio de lo incierto, esto les motiva y va desarrollando en nuestra niñez personalidades fuertes con resilencia".
Asimismo, recomendó a los padres hablarle a los niños de los planes para emergencias e incluirlos en la creación de los kits de suministros para emergencias y los planes de acción. Tener un plan para reunirse con los miembros de la familia ya que los pequeños pueden quedar separados de sus cuidadores durante una emergencia.
"Si los miembros de la familia no pueden regresar a su casa, un sitio alternativo de reunión, como un centro comunitario, puede ayudarlos a reunirse después de un desastre. Que pidan información de los administradores y encargados de la seguridad sobre los simulacros de seguridad que se llevan a cabo en la escuela, guardería o centro educativo de sus hijos".
¿Cómo ayudar a los niños a superar el estrés?
La experta en conducta también sugirió ayudar y animar a las niñas y niños a continuar con su rutina cotidiana normal, como sentarse a comer en familia o regresar a la escuela y al trabajo, puede ayudar a reducir el estrés.
Brindarles oportunidades para hablar sobre lo que le pasó o lo que piensa de ello, preguntarles qué les preocupa así como permitirles estar en compañía de adultos de confianza que puedan ayudarlo a sentirse seguros, tranquilos, y con esperanza.
"Los niños pueden manejar mejor las alteraciones en el cuidado si saben que son temporales. Se les debe limitar la exposición a la cobertura de los medios de comunicación sobre el desastre y sus consecuencias. Los niños que hayan estado directamente expuestos a un desastre pueden volver a sentirse mal si ven o escuchan algo que les recuerde lo qué pasó", concluyó.