El director de Daños y Automóviles de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), Carlos Omar Jiménez Palacios, reconoció que hace mucha falta la cultura del seguro entre la población, debido a que Acapulco enfrentó dos desastres naturales en un año, “Otis” y “John”.
El pasó del huracán “Otis” en Acapulco atrajó pérdidas de más de 34 mil millones de pesos, donde afectó viviendas, hoteles, condominios, comercios, plazas públicas, entre otras, lo que provocó que algunos inmuebles retrasaron su reconstrucción por no contar un seguro que especificará la atención de su problemática.
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Entrevistado este martes luego de llevar un curso en el Hotel Los Amares, ubicado en la avenida Costera Miguel Alemán, afirmó que para formar o desarrollar una cultura del seguro es necesaria la educación financiera, la cual permitirá aprender a manejar el dinero, planear para el futuro, y tomar decisiones financieras informadas
“Las personas que estén preparadas para saber que todos estamos expuestos y nos ocurre algo, tenemos que apoyarnos, sobre todo el seguro es instrumento que nos ayudará a tener una buena cultura en esta herramienta indispensable”, indicó.
También, señaló que es necesario el involucramiento de las autoridades y el sector privado en el tema de los seguros, quien mencionó que ambos “sufren los daños” a causa de los desastres naturales, y que es necesario que la cultura del seguro sea impulsada a través de la sociedad civil, que no necesariamente sean asegurados hoteles, restaurantes o comercios, sino que sean viviendas.
Indicó que de los 106 hoteles de más de 200 estaban asegurados, los cuales fueron indemnizados cada uno con 8 mil millones de pesos por registrar pérdida total y que podrán transferir al sector asegurador, así continuar con su operación.
Las aseguradoras que operan en méxico pagaron 11 mil 200 millones de pesos por concepto de indemnizaciones y anticipos a los afectados por el paso del huracán Otis.
Sin embargo, algunas aseguradoras han hecho “largas” para la reconstrucción de algunos inmuebles en el puerto. Por ejemplo, el condominio “Velera Acapulco” ubicado en la zona Diamante, el cual está conformado por 250 propietarios, se han comunicado con la aseguradora Sura, pero no han tenido respuesta.
Hasta el momento, algunos hoteles y condominios de Acapulco, se encuentran en “obra negra”, debido a que se encuentran en la resistencia con las aseguradoras, mientras otros inmuebles iniciaron su reconstrucción o remodelación.
