En los últimos cinco meses en Acapulco, se han cerrado más de diez mil empleos en la llamada industria sin chimeneas, siendo las mujeres el sector laboral más afectado por el cierre de las fuentes de empleo tras el paso del huracán Otis.
Esta situación, además de dejar sin un sustento a miles de familias acapulqueñas por el cierre de empresas que generan las fuentes de empleo, también generó la migración de mano de obra a otros destinos turísticos del país como Puerto Vallarta, Los Cabos, Cancún y la propia Ciudad de México, donde también se han establecidos algunos obreros acapulqueños entre estos cientos de mujeres.
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Según propios dirigentes obreros de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), el cierre de fuentes de trabajo luego del paso del huracán Otis, ha afectado más a las mujeres obreras que se desarrollaban en distintas áreas al interior de los hoteles, los restaurantes y las discotecas que hasta el momento la mayoría de estos se mantienen cerradas.
Son poco más de diez mil las fuentes de empleo cerradas en Acapulco desde hace más de cinco meses, la mayoría de estas se encontraban asignadas a mujeres que hoy se encuentran sin un sustento económico para hacerle frente a las necesidades de sus familias.
Los dirigentes cetemistas, César Landín Pineda, Rodrigo Ramírez Justo y Raúl Ramírez Gallardo, coincidieron en que del 100 por ciento de las fuentes cerradas luego del paso del huracán Otis, el 60 por ciento de estas estaban en manos de mujeres en las áreas de cocinas, camaristas, limpieza, meseras, así como de elementos de seguridad privada en los negocios.
El dirigente Raúl Ramírez Gallardo, señaló que de los diez mil obreros que se quedaron sin su fuente de trabajo por el huracán Otis, por lo menos más de cinco mil 500 son mujeres, algunas de estas hasta estudiantes que eran contratadas a través los sindicatos laborales en cada temporada de vacaciones.
“El cierre de fuentes de empleo, es un problema que afecta de manera considerable a miles de familias acapulqueñas, y a la fecha no se han podido recuperar debido a que grandes empresas principalmente hoteles de grandes cadenas nacionales e internacionales, se encuentran cerrados, esto no está generando la apertura de empleos y los que están funcionando, son insuficientes para evitar que se siga dando la migración de la mano de obra”, manifestó.
En este mismo sentido el dirigente obrero, César Landin Pineda, indicó que el golpe más fuerte para la clase obrera en octubre pasado con el huracán Otis, lo sufrió el sector de las mujeres dedicadas a las labores de limpieza, camaristas, cocineras de los hoteles, restaurantes y negocios que estaban ubicados sobre la tres zonas turísticas de Acapulco.
Por su parte Rodrigo Ramírez Justo, representante de la CTM Progresista, indicó que la mano de obra en Acapulco ha perdido importantes fuentes de empleo y esto ha obligado a que los obreros busquen otras alternativas para poder pasar la crisis económica que aún se sufre por los daños que dejó el huracán Otis.
Dijo que muchas de las mujeres que perdieron sus ingresos al cierre de las empresas donde laboraban, migraron a otros estados del país, mientras que otra buscaran en el comercio informal, la manera de tener ingresos económicos para sobresalir de la mala situación en la que desde hace cinco meses se encuentran viviendo.
Hasta el momento en Acapulco se mantienen cerrados grandes hoteles que representan un gran porcentaje de fuentes de empleo cerradas, así como restaurantes, bares, discotecas y cientos de negocios donde también se contrataba la mano de obra de miles de mujeres acapulqueñas que hoy en día se encuentran sin un sustento por la falta de contratos laborales.