Fuera de representar una mala imagen para el puerto de Acapulco al estar invadiendo la plaza Juan Álvarez en el zócalo de la ciudad, los comerciantes informales o tolerados, representan un millonario desvió de recursos económico por concepto de no pago de servicio de energía eléctrica.
Según las declaraciones de comerciantes establecidos en el centro de la ciudad, en el zócalo hay más de 40 vendedores informales que se suministran de energía eléctrica a través de cables que conectan desde los postes de servicio de alumbrado público, sin ninguna medida de prevención, lo que representa un gran riesgo.
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Manifestaron que de nada sirvió la instalación de los locales de lámina de metal que hizo el municipio como parte de la remodelación del zócalo, ya que ahora existe un mayor número de vendedores tolerados en la plaza, que en el interior de estos puestos, que también son una mala imagen para el turismo y propios acapulqueños.
Arturo Estrada Pérez, locatario en el zócalo de Acapulco, hizo un llamado urgente a las autoridades de gobierno y de la misma Comisión Federal de Electricidad (FEC), para que intervengan y procedan a retirar todos los cables que se encuentran por encima de los árboles y los propios postes de metal donde se ubican las lámparas.
“Son un verdadero peligro, se puede registrar un incendio en cualquier momento debido a una descarga o a un sobrecalentamiento de los cables que están conectados hasta a cajas con pastillas que también colocan los comerciantes con clavos o alambres sobre los árboles, es un robo de luz y no se duda que, a los puestos establecidos, se les cargue el costo de la luz que cada local tiene en la plaza del zócalo”, dijo el empresario.
Añadió que las conexiones de cables, van a los puestos de venta de tacos, comidas, aguas frescas, de esquimos, hasta a los juegos mecánicos que también están instalados sobre la plazoleta a un costado del acceso a la catedral de La Soledad.