La pesada carga obliga a tomar un respiro al artesano mexiquense, quien vende figuras elaboradas de resina en el puerto de Acapulco, para mantener a su esposa y su pequeña hija.
Se trata de José Luis, joven que llega de Toluca, Estado de México, a vender las figuras que elabora en su taller con su padre, las cuales ofrece a turistas y residentes de este destino de playa.
Con su singular tono de voz, refirió que se trata de un negocio familiar, hacen figuras de resina, que van desde las religiosas, como cristos, vírgenes, pero también incluyen búhos, la Diana Cazadora, entre otras piezas, cuyo precio oscila entre los 400 pesos.
Precisa que llega con sus hermanos y toman rutas distintas, por ejemplo le tocó recorrer el primer cuadro de la ciudad, en su maleta lleva entre diez figuras, perfectamente envueltas en papel periódico para que no se dañen.
José Luis admite que la carga es pesada, pero le va bien y dice que lo que más vende son las estatuillas de la Diana Cazadora, los búhos y la que representa a la justicia ciega.
Con estos recursos le permite llevar el gasto familiar, pero también para comprar más material para hacer las estatuillas, que luego ofrece a los clientes potenciales.
Finalmente indicó que esta aquí solo los fines de semana, en esos días vende su mercancía para regresar a Toluca, con su familia, donde disfruta a la su pequeña y a su esposa, pero no por mucho tiempo, pues tiene que seguir vendiendo para sostener su hogar.