Transportistas y comerciantes se quejaron porque la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (Capama), cumplió tres semanas con la obra de un cambio de colector en la zona de Icacos, trabajos que afectan la circulación y a los negocios de comida que han visto disminuidas sus ventas debido al polvo y a la fetidez en esa área.
Los inconformes pidieron a la alcaldesa, Adela Román Ocampo, que agilice al personal de la paramunicipal para que concluyan la obra y puedan colocar el concreto sobre la costera Miguel Alemán, porque el tráfico en horas pico es insoportable, además el polvo y el olor a caño impide que la gente coma en las fondas ubicadas en esa zona.
“Llevan tres semanas con esto, vinieron y nos dijeron que iban a tardar tres días y son tres semanas y no terminan, ya les dijimos y primero le echaron la culpa a la CFE, después que no tenían el material y ahora ya no saben ni que decir”, expresó, el señor Francisco Suastegui, restaurantero.
Por su parte, el transportista del Acabús, Marco Antonio Santillán, señaló que los ciudadanos se desesperan por el tráfico intenso en la zona y debido a que tienen que recogerlos hasta pasando el área cerrada, además insistió que por las mañanas y en la tarde se hace un cuello de botella en la zona, donde además se han presentado varios accidentes.
Por su parte, los trabajadores de Capama, señalaron que en esta semana debe estar concluida la obra del cambio de colector, que evitará que se sigan descargando aguas negras al mar, como se hacía desde hace décadas en la zona de Icacos.