Martha de 45 años de edad, madre soltera de dos niñas y un niño, se aferró a la vida, se negaba a morir, luego de ser una víctima más del virus del Covid-19. Sus hijos le ayudaron a salir adelante y a pesar de que tenía que estar aislada guardando una cuarenta, a sus hijos no les importó y nunca la abandonaron siempre recibió los abrazos y el amor.
En plena pandemia, Martha estuvo apunto de quedarse sin trabajo, pero su jefe le dio dos opciones, el aceptar el recorte del 50 por ciento de su salario o decirle adiós a su empleo de monitoreo y análisis de información.
“Pues escogí que me redujeran el salario y eso vino a perjudicar mucho mi economía porque tengo tres hijos y soy mamá soltera y con todo lo que subió como el huevo, el gas, el pollo, la leche, porque tengo que comprar mucha leche porque todavía están pequeños, me afecto mucho en mi presupuesto”.
Pero ella da todo por sus hijos y para que no les falte nada, ha tenido que trabajar en casas haciendo aseo, de niñera, vendiendo cosas o hasta tacos de canasta, porque hay que vestirlos, darles estudio, alimentarlos y más aún durante las clases en línea donde ha tenido que gastar en comprar un dispositivo móvil y contratar internet.
Pero ese sacrificio, significa dejarlos solos prácticamente todo el día, cuando en su trabajo se le pide que vaya a la oficina, pero cuando se le permite trabajar en casa es mejor porque está pendiente de ellos.
Pero su apoyo es su hija de 15 años, a quien a veces le tiene que dejar al cuidado los dos hijos pequeño, para irse a trabajar todo el día y les deja preparado el almuerzo, la comida y cena para que se alimenten.
Hace un mes y medio , Martha se contagió de Covid-19, a pesar de que tomaba todas las medidas sanitarias, pero para ir a su trabajo tenía que viajar en trasporte público y consideró que pudo ser una fuente de contagio.
Entre un salario recortado al 50 por ciento, los gastos de la casa, alimentación, la atención a los niños y enferma de Covid-19, Martha entró en depresión y es , que no cuenta con seguridad social y tuvo que recurrir a prestamos con amigos y familiares para comprar los medicamentos que también se incrementaron mucho sus costos.
“Creo que todas las madres que solteras si nos ha perjudicado mucho económicamente y la salud y en todas los aspectos nos ha afectado muchísimo esta pandemia y no hemos salido a flote”.
A pesar de que se vio muy mal por el coronavirus, Martha sigue tomando vitaminas, dice que las secuelas que le dejó esta enfermedad es el fatiga, problemas de ansiedad y no puede hacer todas sus actividades e incluso tuvo perder dos proyecto de trabajo.
Relató que se aferró a la vida, sintió que estuvo a punto de morir, pero su hijos siempre estuvieron a su lado, no les importó el riesgo de contagiarse y sus abrazos y el amor de ellos, la animaron a salir adelante.
Dijo que todo empezó por un catarro, fue al médico y pensó que se le quitaría pronto, pero llegó en un momento que ya no percibía los olores, perdió el gusto a la comida, perdió apetito y le mandaron hacer la prueba del Covid-19, el cuál salió positivo.
“Ese mismo día que salí positivo empecé a ponerme muy mal, me falta el aire, me empezaron a fallar las piernas, me arrastre hasta la cama, le pedí a mi hija que tomará mi teléfono y marcará al 911 si veía que me desmayaba porque yo sentí que me desvanecía, la vista de me nubló y llegue con mucha dificultad a la cama y me desmayé, desperté a las dos horas pero muy cansada, fatigada y mucha temperatura”, precisó.
Comentó que compro mucho medicamento y fue un gasto de un presupuesto que no tenía contemplados por su costo se elevo en un 50 por ciento , y además comprar el alimento de los niños.
Durante su cuarentena, su mamá, hermana y sobrino acudieron a su casa para ayudarle a cuidarla y atender a sus hijos. Pero durante un mes y medio , que Martha estuvo enferma, sus dos niñas y el niño perdieron clase y también estuvieron a su lado para apoyarla y se recuperará pronto.
“Yo sentí que me iba a morir porque baje mucho de peso, tengo una foto donde estoy pálida, amarilla y me desvanecí tres veces, mi mamá estuvo apunto de llevarme al hospital, pero le pedí que no. Yo estaba con mucha temperatura y siempre mis hijos pegados conmigo, me ayudaron bastante, si sentí que me iba a morir”.
Dijo que pensó en sus hijos, que iba a pasar con ellos porque están pequeños y no saben aun valerse de si mismo y se encomendó a Dios.
“Pensé quien les va a dar de comer, quien los va a mantener, quien los va cuidar y me puse en las manos de Dios porque quien más, si me tengo que morir pues me voy a ir, pero seguí todas las instrucciones del médico”.
Entre los medicamentos y remedios caseros se curó del Covid-19, pero Martha recomendó que en estos momentos es cuando no se debe de abandonar a las personas enfermas ni aislarlas porque sólo se deprimen.
“Intente aislarme y quedarme en un cuarto por recomendación médica y alejarme de mis hijos a quien contagie, pero solo les dio un dolor leve de garganta, pero no se pudo, mis hijos no me dejaron sola, dormían conmigo, comían conmigo y y me iban a dar besos en la mejilla todos los días para ver como me sentía”, relató Marta quién dejó rodar sus lágrimas.
Señaló que el tiempo que estuvo enferma, siempre necesito el amor y abrazos de sus hijos, “ se acostaban conmigo en la cama y todos nos pusimos a llorar, me dieron apapachos, me llevaban la comida”.
Martha fue la madre consentida por sus hijos cuando estuvo enferma de Covid-19. “Tuve el apoyo de mi familia y fue lo más importante”.
Pero Martha siempre se negó a dejarse vencer por el Covid 19 y sigue a delante a pesar de las secuelas que le dejó este virus.