El pescado a la talla conquistó el paladar exigente de los oficiales de la fragata de la marina francesa que estuvo en Acapulco y prometieron regresar en dos meses con su familia a playa Bonfil, ubicada en la zona Diamante de Acapulco.
El clima y las olas de playa Bonfil también motivó a que los marinos sacaran sus tablas para surfear y disfrutar toda la tarde hasta que el sol cayó.
Sergio Mejía Vargas, propietario del restaurante Gaviotas II e integrante de la Asociación de Restauranteros de Playa Bonfil, dijo que la gastronomía de Guerrero se ha vuelto internacional y no sólo la gente local y nacional el pescado a la talla.
Los marinos llegaron al restaurante para comer un robalo a la talla y la botana 59, la especialidad de la casa, que está compuesta por camarones al mojo de ajo, pulpo a la diabla, los tradicionales sopes, empanadas de cazón y otros pidieron torre de atún una variedad de platillos.
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“Los Marines disfrutaron de la gastronomía de playa Bonfil, le platicamos un poco de nuestras tradiciones, costumbres, cultura y se quedaron sorprendidos porque era la primera vez que estaban en Acapulco y se fueron encantados y enamorados y algunos de los oficiales se llevaron la ubicación y la compartieron con sus familiares”, dijo Sergio Mejía.
Comentó que los oficiales franceses prometieron regresar en dos meses más con su familia para visitar Acapulco y especialmente esta zona turística de playa Bonfil.
Sergio Mejía, dijo que debido a que los franceses no están acostumbrados a comer picante, degustaron el pescado a la talla tradicional.
“Cuando llegaron Acapulco ya sabían del tradicional platillo de Acapulco y de la zona Diamante del pescado a la talla y llegaron preguntando por el pescado a la talla y no se querían ir sin probar este platillo tradicional”, precisó.
El capitán y diez oficiales de la fragata de la marina francesa, que estuvieron en la base naval, también aprovecharon el buen clima y corrieron las olas con su tabla de surf.
“Se fueron encantados de playa Bonfil, estaban encantados , se tomaron fotos y estuvieron todo el día en la playa”.
Sergio Mejía, refirió que le dio gusto que valoren la gastronomía, la ciudad y la hospitalidad de los Acapulqueños.
“Era la primera vez que todos degustaron el pescado a la talla aunque ya sabían de esta gastronomía porque cundo llegaron Acapulco les dijeron que tenían que probar el pescado a la talla”.