Con sus caras maquilladas y vestidos de blanco, payasos porteños marcharon por la avenida costera Miguel Alemán para exigir paz ante la ola de violencia que ha llegado hasta sus lugares de trabajo y que ha ocasionado la muerte de dos de sus compañeros de oficio en lo que va del 2018.

Previo al inicio de la marcha, Salvador Alarcón Arizmendi, mejor conocido como El Payaso Tallarín de la Sopa Aguada, lamentó que los asesinatos a mano armada han llegado hasta la Plaza Juan Álvarez del zócalo de la ciudad, la cual es ocupada desde hace décadas por los payasos para ofrecer su show y ganarse unos pesos.

“Los payasos estaban temerosos por el hecho de ayer (en el zócalo), estaban temerosos a venir. En lo que va del año hemos perdido a dos compañeros por hechos violentos que se han suscitado; el caso del compañero malabarista Rojo y del compañero Chambitas en Ciudad Renacimiento”, señaló.

Alarcón Arizmendi agregó que desde hace 10 años a la fecha la cifra de payasos asesinados asciende a ocho en hechos distintos, sin embargo, ninguno ha sido ultimado mientras desempeñaba su show.

Relató que la violencia ha ocasionado un descenso de más del 50 por ciento en su trabajo, pues aseveró que ya nadie quiere festejar en grande por temor a que los delincuentes se den cuenta de que tienen dinero suficiente para hacer un gasto de ese tipo; por lo que hizo un llamado a las autoridades encargadas de la seguridad.

“Ya es hora de que pongan un hasta aquí, que de veras vigilen y que no nada más estén de adorno, porque ha pasado que se han dado hechos violentos, incluso ha estado gente del Ejército cerca y no hacen nada”, señaló.