Catrinas multicolores hacen culto a la muerte y decoran altares para recibir con mejor humor a los fieles difuntos durante el Día de Muertos.
Las manos de la artesana de piñatas de Minerva Guillermo Neri se encargan de dar color con papel crepé a la esquelética catrina hecha a base de periódico, hojas de libros o revistas y pegadas con engrudo.
En la calle Durango de la colonia Progreso, en la zona urbana de Acapulco, una decena de catrinas elegantes de diferentes tamaños y colores son exhibidas y te hacen captar su atención para que te acompañen a casa y decoren un espacio triste durante este Día de Muertos.
Artesana de piñatas desde hace más de 17 años, Minerva Guillermo Neri relató que hace cuatro años empezaron a elaborar catrinas, luego de que un cliente le pidió una piñata con este diseño.
Pero en lugar de piñata, al cliente le gustó la catrina para decorar y no para quebrarla.
Desde hace cuatro años, dos familias que trabajan en el negocio de Piñatas “Alegría” se preparan durante un año con la elaboración de moldes de catrinas de varios tamaños desde pequeña, chica, mediana, grande y extra grande.
Desde las siete de la mañana hasta las siete de la noche, las manos de esta familia de artesanos elaboran las catrinas que dependiendo del tamaño tardan hasta tres semanas en terminarla.
Minerva coloca papel crepe a una catrina chica, ella se encarga de vestirla de esos colores vivos, mientras que otra persona realiza el molde hecho de papel periódico con engrudo, otro arma, pinta y tres manos más se encargan de decorar.
Dice que es un trabajo laborioso y el costo de una catrina va desde los 150 pesos a 4 mil pesos, dependiendo del tamaño.
Pero el orgullo de estas dos familias es que sus catrinas vestidas con colores llamativos se han vuelto internacionales y han sido compradas por personas que han viajado a España y Estados Unidos.
También han sido adquiridas por clientes de Puebla y la Ciudad de México y las catrinas son colocadas en las casas, altares o panteones para decorar esos espacios tristes.
Pero durante esta pandemia lo más lamentable es que las ventas han bajado en más de un 40 por ciento.
El año pasado las ventas fueron buenas y este año de más de 500 catrinas que se elaboraron no se ha vendido ni 100.
Las catrinas que elabora Minerva y otras 9 personas tienen la facilidad de guardarse y volverse a sacar el próximo año, ya que es un material reciclado y que dura.
“Las catrinas se pueden revestir en el color del papel y a veces la pintura y tiene un costo de 150 a 200 depende de cómo las traigan para que les de su mantenimiento”, precisó Minerva.