Como un nuevo golpe a la economía familiar calificaron ciudadanos, la noticia de que los líderes del transporte público, pretenden aumentar la tarifa del pasaje debido a que deberán pagar al cien por ciento el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que antes se daba a las gasolinas.
Rigoberto Villán Solano, de oficio promotor, reprochó al gobierno federal su poca sensibilidad ante la severa crisis que están padeciendo
debido a la crisis económica provocada por la pandemia del Covid-19, al eliminar el estímulo fiscal a las gasolinas y el Diésel, por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, (SHyCP).
Dijo que apenas gana para llevar el sustento a sus familias, pero si se autoriza un aumento a la tarifa del pasaje del transporte público, sus ganancias se verán mermadas, en su caso, porque tiene que trasladarse diariamente de Ciudad Renacimiento al centro de la ciudad, para poder llegar a su centro de trabajo.
Por su parte, la mesera Claudia Sánchez Rendón, dijo que, si se aumenta la tarifa del pasaje, ahora si va tener problemas para poder llegar al restaurante en donde labora desde hace cinco años, porque debido a la ausencia de turistas, apenas sacan para irla pasando.
“De donde quiere el gobierno que nos alcance para comer, si desde que nos pegó el coronavirus, se nos cayó las ganancias, tuvimos que
guardar la cuarentena y disminuyó la clientela, llegan apenas lo de una mesa al día y no dejan propinas”, señaló.
Hugo Castro Francisco, también de oficio promotor, aseguró que, tal pareciera que la consigna es que se jodan a los pobres, como si no fuera bastante que están padeciendo la peor crisis de la que tengan memoria y que, así como van las cosas, no hay para cuando se salga del semáforo naranja.
Por ello, pidió a las autoridades que no se lastime sus pocos ingresos y que, si no los ayudan, que no los jodan, que cumpla el gobierno federal de no aplicar gasolinazos o advirtió que habrá un descontento social.