Forjada en la cultura del esfuerzo, la regidora independiente, Ricarda Robles Urioste, acusó que la actitud machista de algunos políticos impiden que se logre la igualdad y que puedan acceder a cargos de mayor importancia.
Con una amplia trayectoria en la esfera política, recuerda que su incursión en las actividades partidistas, tienen su origen desde que cursaba la secundaria en la ciudad de Chilpancingo, pues es ahí en donde asiste a los primeros círculos del Partido Comunista Mexicano, recibe capacitación y se suma a la fuerza opositora.
Es durante este periodo que toma la decisión de participar en la lucha social, al darse cuenta de la desigualdad que existía en esa época, toda vez que las mujeres solo tenían derecho al 30 por ciento de los cargos de elección popular.
Lee también: Regidores reprueban aumento de peaje en la Autopista del Sol
Por sus estudios se aleja de las actividades partidistas, hasta que años más tarde coincide con el profesor Othon Salazar, durante su campaña como candidato a diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática y se afilia al partido amarillo.
A pesar de encontrar el natural ambiente de hostilidad por parte de algunos personajes que se ufanaban de ser fundadores del partido, con el respaldo de un grupo de vecinos de Ciudad Renacimiento, logró en 1996 ser regidora.
Robles Urioste sin embargo, dijo que pretendió ser candidata a diputada local, pero a pesar de que tenía el respaldo de un importante número de militantes, bajo el argumento de que había un líder con mayor arraigo que ella, fue desplazada y tuvo que abandonar sus aspiraciones políticas.
Entendió que las mujeres aún no lograban la igualdad y emprendió un movimiento social, de tal suerte que se dedicó a dar ayuda a las clases más desprotegidas, sin soslayar seguir aportando todo su esfuerzo en derribar el muro de discriminación a su sector.
Fue en el 2020 que militó en el Partido Revolucionario Institucional y un año después, por segunda vez, logró ser regidora, aunque tuvo que cerrar filas con los otros aspirantes, pues hubo la intención de cambiar la lista de candidatos, pero al final se tuvo que aceptar a los que ya estaban palomeados.
Desde este escaño, ha reforzado sus tareas de gestoría y de ayuda a los grupos vulnerables, pero como mujer, participa activamente en la defensa de los derechos y en el empoderamiento de sus compañeras, porque aún se padece desigualdad por la actitud machista de algunos personajes de la política que se resisten a dejar los cargos de mayor responsabilidad.