La iglesia católica de Acapulco puntualizó que para cuidar nuestra familia es necesario excluir la violencia del hogar, en cualquiera de sus manifestaciones: física, verbal, psicológica e íntima.
El arzobispo Leopoldo González González durante su mensaje dominical a través de la página oficial de la arquidiócesis de Acapulco, destacó que en la familia están nuestras raíces, y las raíces son fuente de vida y de estabilidad.
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Por ello, hizo un llamado a mirar el modo de cómo nos tratamos en casa, en la sociedad, y preguntarnos si hay algo que sea ofensivo o degradante para alguna persona, pues a veces la costumbre, el haber actuado así desde hace tiempo, nos impide darnos cuenta de ello.
Exhortó el prelado de la iglesia a negociar y así desarrollar “cauces concretos para la paz duradera ya que es una transformación artesanal obrada por los pueblos, donde cada ser humano puede ser un fermento eficaz con su estilo de vida cotidiana”.
Así también destacó González González que nuestros padres nos enseñaron a reconocer nuestros errores, pedir perdón y continuar en paz como hermanos, ya que el conocimiento de la verdad “nos ha de conducir a la reconciliación y al perdón, no a la venganza, pues la violencia engendra violencia, el odio engendra más odio y la muerte más muerte”, finalizó.