Flores de cempasúchil, terciopelo, así como alimentos y bebidas, son los aspectos que no pueden faltar en una ofrenda de día de muertos, en la cual los ciudadanos llegan a gastar cientos de pesos para complacer a sus seres queridos durante los festejos este primero y dos de noviembre.
De acuerdo a la tradición, la ofrenda debe ser colocada la noche del 31 de octubre para recibir a las almas de los niños que llegan durante el 1 de noviembre, día de Todos los Santos, que corresponde a los menores de edad que ya se adelantaron en el camino de la vida; lo cual era representado con rituales por civilizaciones como la mexica, maya, purépecha, totonaca y otras, quienes festejaban al termino del ciclo de cosecha de maíz.
Dependiendo del tamaño de la ofrenda es el significado, si es de dos, se representa al cielo y el purgatorio, aunque algunos las hacen de hasta siete para exponer las etapas por las que presuntamente un alma debe pasar para obtener descanso.
Las amas de casa del municipio de Acapulco, una familia puede llegar a invertir hasta mil pesos en esta tradición, sobre todo quienes ofrendan a muchas personas que ya han fallecido.
En una consulta de precios en el Mercado Central, se constató que un ramo grande de flores de cempasúchil tiene un costo que ronda los 150 pesos, igual que la flor de terciopelo, a lo cual se suma las veladoras que en su presentación de tamaño regular tienen un costo de 35 pesos, el pan de muerto va desde tres piezas por 10 pesos, hasta algunos grandes que cuestan 50.
La lista puede alargarse si se desea colocar en la ofrenda las comidas favoritas de los difuntos, cerveza o wiski, lo cual puede hacer un gasto mayor el conmemorar a los muertos.