El emblemático Yate de recreo "Bonanza", resistió las rachas de viento de más de 300 kilómetros por hora que acompañó al huracán Otis, sólo sufrió daños importantes en su casco, pero sigue navegando.
El barco fue arrastrado el martes 24 de octubre al muelle de La Marina, el cual resistió el embate del fenómeno meteorológico, pero mucho tuvo que ver la habilidad de su tripulación, al lograr en medio de la tempestad mantenerlo a flote.
Adquirido a la Marina de los Estados Unidos, pues fue utilizado durante la Segunda Guerra Mundial como barco radar y de comunicaciones, fue traído al puerto de Acapulco, en los años 60 's.
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La familia Braun Díaz, hicieron la compra de esta nave, cuyas características lo hacían único porque fue construido con láminas de acero.
Según datos proporcionados por el empresario Alejandro Martínez Sydney, la familia Braun Díaz, ordenó que se acondicionara como Yate de recreo y suplir al Siclao, que ya había cumplido su ciclo de vida.
En este apartado, explicó que la empresa a la que pertenece esta embarcación, son pioneros en este mercado y empezaron con La Barca de Oro, después con el Ciclao y finalmente el Yate Bonanza.
Martínez Sidney, narró que el día en que se alertó sobre la trayectoria del huracán Otis, que tocaría tierra la noche del martes, la tripulación lo ancló frente al paseo de El Pescador, en donde se prepararon a resistir el impacto letal de la fuerza de la naturaleza.
Los vientos de 320 kilómetros por hora, golpearon al Yate y literalmente lo arrastró contra las rocas, pero las maniobras y habilidad de la tripulación, evitaron el desastre y cambio su curso hacia la Marina.
Las fuertes rachas se viento al empujarlo a ese recodo, fue golpeando a otras embarcaciones de menor calado, las cuales no tuvieron la misma suerte de resistir la fuerza de la naturaleza, sucumbieron al meteoro y se hundieron.
Mientras el Bonanza encalló sobre el muelle de la Marina, de donde días más tarde, con apoyo de infantes de la Marina Armada de México y personal de Capitanía de Puertos, así como voluntarios, fue nuevamente lanzado a la mar y de ahí remolcado a su propio muelle, en donde espera se inicie su reparación.
Es así como el Yate Bonanza, sobrevive a la devastación del huracán Otis y se apresta a regresar a navegar sobre la bahía del puerto de Acapulco, tal y como lo hiciera en la década de los 60' s, cuando inició sus recorridos hacia la Isla de la Roqueta.