Un grupo de adolescentes emprendedores, son los encargados de amenizar y poner a bailar a los turistas por algunas horas que permanece descansando en playa Revolcadero al rentar una bocina en 120 pesos la hora.
Carlos Cosío es un joven de 18 años, que con sus ahorros que logró durante las temporadas vacacionales al realizar rescates acuáticos de manera independiente, pudo comprar su bocina y empezar su pequeño negocio.
El negocio de Carlos ha ido creciendo y ahora cuenta con 15 bocinas que las renta a los turistas que llegan a playa Revolcadero y Princess.
Con un costo de 120 pesos la hora, Carlos renta una bocina cargada para que el turista le ponga la música de su gusto y amenizar su estancia.
Hay turistas que la rentan la bocina por dos horas o más y a veces se ha armado la fiesta.
Arriba de una cuatrimoto, el joven emprendedor recorre la playa Revolcadero y Princess para ofrecer la renta de la bocina en 120 pesos.
Son diez jóvenes emprendedores, que han invertido y se han comprado su bocina para rentarlas a los turistas o residentes, confían en que estas vacaciones de Semana Santa y Pascua les vaya bien, luego de que hace un año, las playas fueron cerradas.
“Esperamos lo mejor, que nos vaya bien porque con eso de la pandemia bajo un poco el turismo y la renta y pues esperemos que nos vaya mejor porque vivimos del turismo”, dijo Carlos Cosío.
Lamentó que con la marea alta a veces les ahuyenta el turismo y les va mal.
Algunos de los jóvenes han iniciado su pequeño negocio con 5, 7, 16 o hasta 17 bocinas han logrado tener.