La pandemia lo llevó de informador turístico a "viene, viene"

La baja de turismo llevo a "El Ramis" a ganarse el pan de cada día con otro oficio

Celso Castro | El Sol de Acapulco

  · jueves 17 de diciembre de 2020

Las cuotas elevadas que van desde los 150 hasta 200 pesos por “el cajón”. / Foto: Celso Castro | El Sol de Acapulco

En estos tiempos de pandemia por el Covid-19, todo lo que reditué una ganancia es un oficio noble, dice el informador turístico, Ramiro, mejor conocido como “El Ramis”, quien sale a la calle a rifársela para llevar el sustento a su casa, como un “viene, viene” en una calle alterna del Centro Comercial costera 125.

Aunque su oficio es de informador turístico, que es lo que más le deja, admite que, la ausencia de turistas y las restricciones que se han puesto en marcha para evitar contagios de coronavirus, su situación se ha vuelto difícil, pues se desplomaron sus ganancias.

Por ese motivo, incursionó al oficio de “viene, viene”, que le permite ganarse en un buen día, hasta 200 pesos o más, pues en ocasiones le dan desde 30 a 50 pesos, solo por cuidar el vehículo y ayudarles a acomodarlo.

Esto implica que la mayor parte del día la pase a pleno rayo de sol, lo que le ocasiona que su piel se haya ennegrecido y que se acentuaran las arrugas en su rostro, que luce cansado, aunque, también sonríe cuando alguien de sus conocidos dice alguna ocurrencia.

El Ramis, confiesa que, no sabe si ya tuvo o no Covid-19, pues en su caso, ya ha tenido dolor de cabeza y de garganta, pero como forma parte de un sector que literalmente no existe para las autoridades, no sabe si se trató de la enfermedad, pero al final sonriente dice: “si estuve contagiado, la he librado”.

Pero no solo es acomodador de carros, pues si sale un trabajito para hacer un mandado, no lo piensa y ofrece sus servicios, pues le representa una ganancia de 20 a 50 pesos, según sea la distancia que tenga que recorrer.

Obviamente, que no deja su oficio de informador turístico y cuando se presta la oportunidad, atiende al cliente en turno, hasta que logra convencerlo de quedarse en alguno de los hoteles con los que tiene relación de trabajo, pues dependiendo de los días que se hospede, es el monto de sus ganancias, que van de los mil a los cinco mil pesos.

Pero esto ocurre muy rara vez, mientras tanto, tiene que buscar ganarse unos pesos, como “viene, viene” o de mandadero, a la espera de que la pandemia termine y se pueda transitar hacia el regreso a la nueva normalidad.

“Dicen que ya está la vacuna, pero creo que, en mi caso no la voy a poder tener, porque comentan que nosotros, los chavo-rucos, los que ya vamos de salida, ya no tiene caso y peor, si tenemos alguna enfermedad, así que ya me amole”, precisó éste mil usos, porteño.