El incendio del mercado Central registrado la madrugada del pasado lunes acabó con sus productos y con sus locales, los cuales fueron el resultado de años de trabajo, el fuego si, consumió las cosas materiales, pero no la esperanza y las ganas de salir adelante, quienes como el ave fénix resurgen de las cenizas para volver a levantarse y sacar adelante a sus familias.

Dando una “manita de gato” a lo que pudieron rescatar de toda su mercancía que se quemó, es la tarea que han emprendido comerciantes de la nave de jarciería.

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Entre parrillas de acero, cuchillos, cacerolas, jaulas, anafres y otros objetos de material de acero, aluminio y fierro fueron lijados y pintados por los vendedores.

Aún con su discapacidad, de no poder caminar y estar postrado en una silla de ruedas, un comerciante con la fe e ilusión de vender lo poco que le quedó se le observó haciendo trabajos para dar una mejor presentación.

“Tengo que invertirle para poder venderlos, están buenos solo algunos se ahumaron, otros de plano ya no se pudieron salvar”, comentó el señor Juan, al momento de lijar un artefacto cortante.

Así como ellos, decenas de vendedores entre hombres, mujeres, jóvenes, niñas y niños se les ve en los pasillos y estacionamiento del mercado Central, reparando y alistando sus mercancías para trasladarlos en donde serán sus nuevos locales temporales.

Ellos desde que se inició el fuego lograron sacar una pequeña parte de todos sus productos que comercializaban, en dicha zona del mercado que se ubicaba cerca del estacionamiento en la calle 2 de Agosto.