La enfermedad no lo intimida y lucha por subsistir

Con dificultad para ver y enfermo de tiroides, don Ricardo Muñoz se gana la vida vendiendo frutas y verduras

Celso Castro | El Sol de Acapulco

  · sábado 13 de noviembre de 2021

El comerciante lucha día con día para ganarse el pan. / Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

Enfermo de tiroides y con dificultad para ver, Ricardo Muñoz González, no se arredra y s igue luchando por llevar el sustento a su hogar, vendiendo fruta en un puesto semi fijo.

Instalado sobre la avenida Ruiz Cortines, a pocos metros de la gasolinera del parque de La Laja, ofrece fruta y legumbres , en pequeñas cantidades.

" Casi no puedo ver , pero despacho bien a los clientes y les doy su cambio completo", dice al tiempo que vigila atento su negocio compuesto de tres mesas sobre la banqueta.

-¿Cómo fue que enfermaste de la vista?

Trabajaba hace dos años en mantenimiento en Fuente del Mar, en la Bonfil, cuando enfermé de la tiroides que es una glándula pequeña con forma de mariposa, ubicada en la parte frontal del cuello, justo abajo de la nuez de Adán, afecta todos los aspectos del metabolismo ya mi, me afectó la vista.

Boleando zapatos pago los estudios de sus hijos. / Celso Castro | El Sol de Acapulco

-¿No puedes ver?

No, veo borroso y haciendo un gran esfuerzo puedo recuperar brevemente las imágenes y distinguir las cosas o las personas, por eso estoy en tratamiento médico.

Filtra que tiene seguro social y ahí lo atienden, por eso es que esto le ha permitido poder recibir su tratamiento y anunciado que en unos días lo van a programar para una cirugía, "espero salir bien y volver a ser normal".

-¿Y cómo ofreces tu mercancía?

Bueno, los que pasan pregutan por los precios de la fruta, como el plátano, manzanas, papaya y jicamas, pero también vendo jitomate de cascara y chile verde.

-¿Cuánto ganas al día?

Entre 200 y 300 pesos, que es con lo que me ayudo para comprar más mercancía y sacar para el "chivo".

-¿Quiénes dependen de ti?

Nada más mi esposa; mis dos hijos ya se independizaron, viven sus propias historias de vida.

Por eso es que ahora, trabaja para mantener a su esposa , "es un oficio noble y aquí voy a seguir trabajando, sin perder la esperanza de aliviarme y volver a ser el mismo de hace dos años", dice con gran optimismo.