María de Jesús Barrera fue una de las afectadas por el huracán John pues la explanada donde se encontraba su fonda “Lidia”, ubicada en playa Revolcadero, se hundió en el mar.
Por más de 15 años ella y su esposo trabajaron diariamente para mantener a sus hijos y darles estudios, sin embargo, hoy se quedaron sin nada, y no saben cómo le harán para poder sobrevivir sin su sustento económico.
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“Cuando yo vine a ver aún no había colapsado, yo dije ya me lo dejo pero el miércoles que vine ni huella, se juntó el mar con la laguna pero eso no fue, fue el desboque de todo el agua que se reunió de las colonias cercanas. Se unió frente a Pierre Marqués y eso fue lo que reblandeció todo por abajo y fue lo que ocasionó todo esta pérdida”, narró tristemente.
Pese a la pérdida de su fuente de ingresos, Mari mantiene la calma porque tiene gran confianza de que los tres niveles de gobierno los apoyarán para empezar de nuevo.
“Tenemos que buscar alguna respuesta positiva para seguir trabajando, no podemos quedarnos con los brazos cruzados, tenemos que seguir adelante, lo bueno que tenemos vida para luchar”.
Para ella y su familia fue devastador ver cómo uno de sus mayores logros, desvelos, esfuerzos, quedó bajo el agua.
“Fue un gran dolor ver cómo se fue todo lo que con toda mi vida he luchado, trabajando arduamente, para llevar el pan de cada día a la casa estamos muy devastados”.
Dentro de la fonda no solo fue el local comercial sino estufas industriales, congeladores, muchos trastes, utensilios, así como pescados y mariscos.
No rescatamos nada, se fue hasta la fosa que tenía para lo del drenaje, trastes, estufas, refrigeradores, congeladores, perdimos todo
La prestadora de servicio de la zona Diamante estimó que el mar se llevó más de 600 mil pesos.