Doña Manuela Ochoa de 78 años de edad perdió la vida por quererse poner a salvo debido a que en su hogar se estaba llenando de agua y tierra, y por la puerta principal ya no podía salir ya que la calle estaba tapada con piedras y tierra, que habían bajado del cerro por las intensas lluvias del huracán John, sin embargo, por la parte de atrás de su vivienda hicieron un agujero en la pared para sacarla pero lamentablemente se la llevó la corriente.
María de Jesús López Ochoa, una de sus hijas, narró que su madre no se salió pronto porque como nunca en su colonia Ampliación La Libertad había pasado tal situación no creyó que tras varios días de lluvias estando en su vivienda corriera peligro.
Fue hasta que vio que a su casa se le metía lodo y agua que decidió salirse por el agujero con la ayuda de uno de sus hijos y un nieto, no obstante, la fuerza de la corriente de agua acompañada de tierra y piedras jaló a la señora Manuela y a su hijo quien metros más abajo se detuvo con una pileta y salvó su vida.
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Fue la mañana del viernes 27 de septiembre alrededor de las 5:30 de la mañana cuando pasó la tragedia pues a la señora Manuela las intensas lluvias reblandecieron el cerro que está cerca de su casa y al desgajarse, el agua entró por el terreno de alado y siguió su cause por la parte de atrás de la casa, hecho que provoco el arrastre.
“La alcanzaron a sacar mi hijo, pero como había cosas aquí, piedras, lodo, y corriente de agua se la llevó, la quisieron agarra pero no pudieron rescatarla”, narró su hija María de Jesús con mucha tristeza.
Lamentablemente la señora Manuela fue arrastrada hacia la parte de abajo de la colonia cayendo de varios metros de altura, ese mismo día que sucedió la tragedia fue encontrada 12 horas después.
“Ella cayó de seis puntos con metros de altura, cuando la encontraron tenía abierta la cabeza de la parte de la frente, golpes en su cara y estaba hinchada de su cuerpo porque había tragado mucha agua y tierra”.
Desafortunadamente la vivienda se encuentra en una zona de alto riesgo y en la parte más alta del cerro, donde hubo la caída de inmensas rocas y deslaves los cuales sepultaron casas y automóviles.
No solo fue Doña Manuela Ochoa la que perdiera la vida en ese asentamiento sino un vecino de la tercera edad presuntamente fue impactado por unas rocas lo que ocasionó que su cuerpo cuerpo quedara en partes.
Fue hasta días después que dejó de llover que elementos del Ejército Mexicano al realizar el retiro de piedras y escombro localizado un brazo y pantorrilla de esta persona, víctima de los estragos que dejó John. Ella fue sepultada en el panteón de Las Cruces ahí donde estaba su madre.