Luego de poco más de 30 años de funcionamiento, el mercado Santa Lucia situado en la zona del Acapulco Tradicional, se encuentra en riesgo de terminar con toda una historia en el comercio de esta ciudad.
Esto debido a la crisis económica en la que se encuentra la mayoría de los locatarios que no tienen para seguir su actividad comercial, y la situación de inseguridad que también ha contribuido a la fuga de turistas nacionales e internacionales.
Son más de 200 los locales que conforman el mercado Santa Lucia, el 70 por ciento de estos en su mayoría cerrados por la crisis económica, están dedicados a la venta de productos de playa como ropa, sombreros, sandalias, juguetes, así como todo tipo de salvavidas para menores de edad.
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El resto de los puestos, el 30 por ciento según los propios comerciantes, funcionan en la venta de comida (fondas), así como de misceláneas que se han podido mantener gracias a la mercancía que exponen a los visitantes y propios acapulqueños que llegan a las playas de Caleta y Caletilla.
La crisis en la que se encuentran los propietarios de los locales que desde hace varios meses se encuentran cerrados, viene desde la pasada pandemia del Covid-19 en marzo del 2020, que duró poco más de tres años tiempo en el que se mantuvo paralizada la actividad turística en el puerto de Acapulco.
“No hay ingresos, hay perdidas y por eso no se puede seguir manteniendo abiertos los locales, sobre todo para aquellos que tiene hasta tres puesto, la crisis se agudizó ahora con el Otis, porque los comerciantes, no solo fuimos afectados en nuestras casas, sino también en los locales donde trabajamos y donde también las afectaciones fueron considerables considerando la mercancía que se perdió”, dijo Alfonso Casimiro Vázquez.
El comerciante manifestó que el mercado Santa Lucia, es uno de los centros de abasto del puerto que no sólo ha sido golpeado por la naturaleza, sino también por la inseguridad que se vive en la zona del Acapulco Tradicional que también, ha sido parte fundamental de la crisis que hoy en día mantiene a comerciantes a punto de cerrar sus patrimonios que por años representaron su solvencia económica.
Alfonso Casimiro, hizo un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno a que regresen a ver a esta parte comercial que también fue pieza fundamental para darle a Acapulco trayectoria e imagen turística en el mundo.