La ubicación del quinto municipio más violento a nivel nacional que otorgó el Secretariado Nacional de Seguridad al puerto de Acapulco, evidencia que de nuevamente se está saliendo de las manos el control de la seguridad, como ocurrió en el 2011, consideró la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA).
El presidente de AHETA, Alejandro Domínguez lamentó que esto tendrá repercusión en el turismo, que es la principal industria para Acapulco en un 90 por ciento, “estamos teniendo una afectación muy drástica y que nos puede llevar a una crisis económica y de desempleo sabiendo que Acapulco tiene una gran nobleza donde en temporada los fines de semana se tiene buena ocupación”.
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Pero advirtió que si esta nobleza no se atiende por temas de inseguridad se puede correr el riesgo de que la gente deje de venir Acapulco como ocurrió cuando inicio la pandemia donde los negocios y hoteles se cerraron.
“Cuando Acapulco vivió una inseguridad muy fuerte en el 2011 y 2012 la gente no venía”, insistió Alejandro Domínguez.
Propuso aplicar estrategias de inteligencia de lo contrario no se va avanzar, “vemos a los militares, guardia nacional por la costera, pero no se ha actuado con una seguridad de inteligencia”.
Dijo que la implementación de estrategias de seguridad con policías de inteligencia que se ha aplicado en destinos turísticos de otros estados ha ayudado a que la seguridad mejore de manera importante.
En cuanto a la alerta de viajero que nuevamente lanzo para sus connacionales y donde se incluye a Guerrero con problemas de secuestro, Alejandro Domínguez refirió que si se está haciendo estrategias de promoción para que regrese el turismo extranjero a Acapulco, con esta advertencia solo se está frenando.
Comentó que lo más grave es que los seguros de viaje para la gente que viene del extranjero no los cubre y al momento de que un turista de aquel país del norte quiere venir a este destino, su aseguradora le advierte que si se enfrenta a una situación de violencia su seguro no se lo cubre.
Con esta alerta de viajero, ocasiona que el turista no quiera arriesgarse a viajar porque no le harán afectivo su seguro.
