La zona de La Quebrada, no solo cuenta con la imagen turística que le da el gran espectáculo de los clavados, sino también la vista de una destrucción que hace ocho meses dejó a su paso el huracán Otis.
Son grandes negocios que funcionaron en algún momento como reconocidas joyerías, bares y establecimientos comerciales y hoy son ruinas que no solo dan una mala imagen en la zona, sino también tenor y miedo ante el problema de violencia que se tiene.
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Los edificios en ruinas se ubican frente a la plazoleta de La Quebrada, muy cerca de unos de los hoteles con mayor historia a nivel nacional e internacional El Mirador.
Los comerciantes establecidos y artesanos de La Quebrada, indicaron que estas construcciones representan un peligro por el mal estado en el que se encuentran.
Dolores Pineda, comerciante de artesanías, dijo que la situación en estos inmuebles se complicó después del huracán Otis, porque aumentaron los daños que ya tenían.
Dijo que parte de la estructura se colapsó, las láminas galvanizadas cayeron, plafones en el interior también quedaron en el piso al igual que cables y lámparas que ya no funcionaban.
En este mismo sentido, Doroteo Martínez, manifestó que en uno de estos negocios, funcionó una joyería famosa a donde llegaron turistas extranjeros, así como artistas de cine y la televisión.
“Hoy estos negocios ya no funcionan, los locales ahora dan hasta miedo porque pueden ser utilizados como refugio de malvivientes, no tienen luz en su interior y son de peligro para quienes transitan por el lugar, además también se han convertido en paños públicos”, dijo.
Manifestó que la zona de La Quebrada, tiene que dar una buena imagen de turística y no una imagen de olvido y de ruinas con estas construcciones que prácticamente ya quedaron en el olvido.