Los constantes operativos que han derivado en procedimientos administrativos en contra de inmuebles ubicados en la zona de mayor plusvalía del puerto, no han frenado la contaminación a las playas, ríos y lagunas de Acapulco.
Previo al inicio de la temporada de vacaciones de semana santa 2021, en playas porteñas siguen clausurando descargas de miles de litros de aguas negras que de manera clandestina provienen de los principales hoteles, condominios y negocios diversos de esta y otras zonas de la ciudad.
Los escurrimientos de miles de litros de aguas negras que desembocan al mar de forma irregular, han sido ubicados en grandes condominios de lujo, junto al mar, construidos con más de 100 departamentos, hoteles de gran turismo, fraccionamientos con miles de viviendas y de cientos de negocios, han provocado un grave problema de contaminación en estos cuerpos de agua.
De acuerdo a datos oficiales declarados por el director de la ecología y medio ambiente en el municipio, Juventino Herrera Juárez, del mes de mayo del 2020 a marzo de este año, en Acapulco, se han iniciado un total de 87 procedimientos administrativos en contra de propietarios de grandes consorcios habitacionales ubicados sobre todo en la zona Diamante del puerto.
Sin embargo, desde el mes de enero del 2019, el ayuntamiento realizó la primera clausura por escurrimiento de aguas residuales en el condominio "Marena", ubicado sobre costera Las Palmas en la zona Diamante.
Esta área de Acapulco, es la más afectada en cuanto a la existencia de descargas clandestinas de aguas negras, esto debido a que los inmuebles, todos de lujo, no cuentan con una planta de tratamiento que cumpla con las medidas sanitarias que se requieren o en otros casos, ni se cuenta con estas para tratar los desechos que producen diariamente.
Entre los desarrollos turísticos donde personal de Ecología Municipal ha iniciado procedimientos por el delito de daños al medio ambiente, se encuentran el condominio "Marena", el condominio "Diamante", el condominio "Amaranthos", así como el "Villas Diamante", el Fraccionamiento residencial Marina Diamante", todos ubicados en la zona de mayor plusvalía de este destino de playa.
De igual manera, se han iniciado procedimientos a centros comerciales como "Chedraui Selecto", también de zona Diamante, centrales de autobuses en esa misma área de la ciudad, así como plazas comerciales, en auto lavados, restaurantes y restaurantes ubicados a orilla de algunas playas. Algunos, ya han cumplido con las especificaciones de las autoridades correspondientes.
El condominio "Torres Gemelas", donde el pasado mes de agosto del 2020, se inició un procedimiento de sanción por una descarga de aguas negras al mar, es otro de los inmuebles que contaminan la bahía porteña.
Herrera Juárez, señaló que las sanciones económicas que deben de pagar los propietarios de los inmuebles sancionados además de resarcir el daño de contaminación provocado por las descargas de sus aguas negras, van de 20 a 20 mil Unidades de Medida Actualizada (UMA).
Entre las playas más afectadas por las descargas de aguas negras, se encuentran, Caleta, Caletilla, Tlacopanocha, Manzanillo, Playa Suave, así como Tamarindos y la base.
Además de los balnearios antes mencionados, la Playa del Secreto, es otro de los puntos turísticos de Acapulco, que ha sido afectado con escurrimientos de aguas residuales que provienen, según las autoridades, de grandes residencias propiedad de políticos, empresarios y artistas que se encuentran ubicados en fraccionamiento como Brisas Guitarrón.
Fue el 25 de junio del 2020, cuando Acapulco fue evidenciado con imágenes que dieron la vuelta al mundo y mostraron la una descarga de miles de litros de aguas negras en playa Icacos, hecho que causó el anuncio del presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, de una inversión millonaria para el rescate de la bahía y del sistema de agua potable del municipio (Capama), así como la destitución de dos funcionarios del gobierno que encabeza la alcaldesa Adela Román Ocampo.
La descarga del pasado 25 de junio en playa Icacos, provocó la destitución de quién en ese momento fungía como director de la Capama, Leonel Galindo González, y de la entonces directora de Ecología Guadalupe Rivas Pérez, quienes en ese momento intentaron minimizar el problema de contaminación.
El hecho, también provocó una denuncia ante la delegación de la Fiscalía General de la República, y quedó solo en amenaza de la alcaldesa, hoy con solicitud de licencia, el proceder legalmente contra ambos funcionarios.
Directivos de la Capama, reconocieron que para resolver el problema de contaminación que se provoca en las aguas por los escurrimientos de aguas negras y el deficiente funcionamiento de las más de 19 plantas tratadoras, se requiere de una inversión de cinco mil millones de pesos, recursos que serían solicitados al gobierno federal para iniciar con las obras de rehabilitación, construcción y reparación de sistemas sanitarios.
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