Se empantana el proyecto de crear un arrecife con el catamarán que se hundió hace tres años en el muelle Majahua de Puerto Marqués, debido a la pugna interna entre marquesanos.
Se trata de un remolcador de plataforma, de unos 30 metros de eslora de flotación, utilizado para la construcción y mantenimiento de la Marina Majahua, el cual se hundió la madrugada del 25 de marzo de 2019 después de permanecer cinco años atracado en el recién construido muelle del lugar.
Como se recordará, al momento de naufragar hubo denuncias y protestas por derramar combustible, -ya que tiene una capacidad de cargar 300 mil litros de diésel-, en toda esa zona de la bahía de Puerto Marqués y se exigió que fuera sacado a flote y llevado a otro lugar para su destino final.
Tanto restauranteros como prestadores de Servicios turísticos, coincidieron que se afectó el ecosistema marino, además de generar problemas de contaminación y fuertes olores a combustible, que provocó afectaciones a su principal actividad que es el turismo.
El Grupo Mexicano de Desarrollo (GMD), contratista del catamarán nunca atendió su petición de indemnización y a tres años de distancia surgió la idea de que el barco se utilice como arrecife, petición que se hizo a la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (PROFEPA), a la SEMARNAT y a las autoridades del estado y el municipio.
Alfonso García Vargas, presidente de la Coalición de Prestadores de Servicios Turísticos Deportes Acuáticos y Restaurantes del nuevo muelle público de Puerto Marqués, es el que impulsa el proyecto de que el remolcador hundido sirva de arrecife artificial.
Hace unos días se hizo una inspección en la zona, en el que participaron funcionarios federales, estatales y municipales, quienes buscaron y documentaron el estado del barco y quedaron de emitir un dictamen, si es viable o no que el remolcador sea utilizado como arrecife.
Sin embargo, el representante de los prestadores de servicios turísticos de Puerto Marqués, Eduardo Román Guzmán, calificó como una vacilada y aseguró que el barco hundido es una basura ecológica, que está contaminando el fondo marino y tronó en contra del proyecto de darle utilidad, el cual catalogó de ocurrencia y demandó que sea retirado para frenar la contaminación que sigue generando al lecho marino.
Ante tal discrepancia, ha quedado en suspenso nuevamente el destino del viejo remolcador, el cual por cierto, ya empieza a degradarse y alberga algunas pequeñas especies, en tanto se sigue discutiendo si debe o no, ser usado como arrecife artificial.