Un equipo multidisciplinario de especialistas de la Delegación Guerrero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), puso en marcha la Clínica de Anemias -única en su tipo-, para la atención de pacientes con enfermedad renal crónica, que se encuentran en etapas de diálisis, hemodiálisis y terapia de reemplazo renal.
Con esta clínica, ubicada en el Hospital General Regional (HGR) N° 1 Vicente Guerrero del IMSS, en Acapulco, a partir de febrero de este año se otorga una atención personalizada a mil 400 derechohabientes, por personal de Trabajo Social, Nutrición, Enfermería y Nefrología.
Uno de los pacientes es Francisco González, de 34 años de edad, padre de familia, de oficio mecánico y deportista de taekwondo; súbitamente, en noviembre de 2016, inició con síntomas como náuseas, vómito, cansancio excesivo y calambres en sus extremidades inferiores.
El diagnóstico fue contundente, Francisco padecía hiperparatiroidismo y glomerulonefritis membranosa, también llamada nefropatía membranosa, enfermedad renal de progreso lento que afecta sobre todo a personas de entre treinta y cincuenta años.
De no haberse integrado a la clínica, por estas causas Francisco hubiera necesitado hasta tres trasfusiones al año, pero gracias al éxito de la atención personalizada, el tratamiento farmacológico y dietético, no necesitó ni una sola trasfusión.