El deterioro en el que se encuentra el puerto de Acapulco, no solo se visualiza en los problemas de falta de servicios públicos, en drenajes colapsados que provocan escurrimientos de aguas negras que llegan a la bahía y en la cuestión de la inseguridad, sino también en la falta de un mantenimiento en los servicios que se brindan en la zona de playa.
Los toldos, sombrillas y mobiliario que se rentan a visitantes y acapulqueños en costos muy elevados, se encuentran en mal estado, así como las palapas que se construyeron en algunas partes de la bahía con la finalidad de rescatar la imagen que se tenía del puerto en los años 60 y 70, hoy en día se encuentran en un abandono total tanto por parte de las autoridades, empresarios y prestadores de servicios turísticos.
Las enramadas, que fueron parte importante de la historia de Acapulco que se difundió a través de exitosas películas mexicanas, series y telenovelas a nivel nacional e internacional, hoy en día están con viejos troncos, con una evidente falta de hojas de palmera, mientras que otras tantas se encuentran tiradas sobre la franja de arena.
Las palapas en la zona de playa, pese al total deterioro en el que se encuentran, representan según los propios prestadores de servicios turísticos y restauranteros, la verdadera imagen de este destino de playa, por lo que se pronunciaron a favor de que este servicio pueda regresar en un momento al puerto.
“Son más frescas, pueden dar una mayor claridad a quienes las utilicen, además de las enramadas, también pudiera ser bueno que se consideraran también las sillas de madera que se tenían tipo camastros, que pueden dar un mejor descanso a los turistas y acapulqueños que acuden a las playas”, expresó Luis Marín Pérez, prestador de servicios turísticos en playa Papagayo.
Dijo que es muy lamentable que las pocas enramadas que se tienen aún instaladas en algunas de las playas como Carabalí, se encuentran abandonadas, que no se les dé mantenimiento ni por las autoridades ni por empresarios y que otras estén derrumbadas sobre la arena, mojándose con las olas que llegan hasta la zona de arena.
Las enramadas, no solo darán una nueva imagen en las playas, sino también evitarán que se siga invadiendo de manera irregular las playas de puerto con la instalación de cientos de toldos de tela y sombrillas, que en su mayoría son propiedad de empresas privadas.
Fue en los años 80, cuando la zona de playa en Acapulco fue invadida de forma irregular por miles de toldos y sombrillas de tela propiedad de empresas de hoteles, condominios y de empresas privadas, dejando en el pasado a las enramadas que eran construidas con gruesos troncos, delgados palos que formaban un circulo en donde eran colocadas hojas de palma para poder cubrir del sol a turistas nacionales y extranjeros que llegan al puerto.
En la actualidad, solo en algunas playas como El Golfito en la Diana, se siguen considerando algunas de estas palapas para cubrir a los visitantes de los candentes rayos del sol.