Lugo de haber vivido momentos de terror al ser bajados con gritos y a punta de pistola del autobús en que viajaban sobre la carretera Acapulco-Zihuatanejo, jóvenes deportistas de la ciudad de Morelos, que participaban en un torneo Copa Acapulco Internacional de Futbol, abandonaron este destino de playa.
Los menores, junto con sus padres, fueron amagados por presuntos delincuentes durante los cinco bloqueos en esta vía de comunicación que realizaron transportistas que demandaban que cesen los operativos militares en la zona Poniente de la ciudad.
De acuerdo a datos de las propias autoridades, fueron un total de 16 los jóvenes deportistas menores de edad, acompañados por 25 adultos (familiares), los que venían a bordo del autobús con placas de Morelos, cuando los obligaron a descender de la pesada unidad para posteriormente los delincuentes prenderle fuego.
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Este hecho de violencia que sufrieron los deportistas y sus familiares durante el bloqueo que iniciaron trabajadores del volante a la altura de la colonia Jardín, provocó que algunos de los menores de edad entraran en crisis y pánico ante las llamas que consumieron en su totalidad la unidad en la que llegaron el día lunes al puerto procedente de la ciudad de Morelos.
Los hechos de violencia que afectaron a los jugadores deportistas de la ciudad de Morelos hasta obligarlos a salir de esta ciudad la madrugada de este jueves, se extendieron en cinco puntos distintos de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, donde se incendiaron 11 vehículos entre estos del servicio público, particulares y de carga pertenecientes a distintas empresas trasnacionales.
Fueron elementos de la propia Fiscalía General del Estado, del Ejército Mexicano, Marina Armada y Guardia Nacional, los que dieron la atención a los jugadores y familiares, luego de haber sido agredidos al bajarlos a la fuerza del autobús por presuntos delincuentes durante la referida manifestación que iniciaron los transportistas la tarde de este miércoles.
Una vez que los jugadores y sus familiares fueron rescatados del lugar donde fue incendiado el autobús, las autoridades les proporcionaron las atenciones correspondientes con medidas psicológicas y atención médica a quienes lo requirieron, además del apoyo con los gastos económicos para el retorno a su lugar de origen.