El huracán Otis no solo arrasó con los vienes materiales, sino también sus fuertes vientos se llevaron las condiciones económicas que dejaron sin ánimo a miles de familias que quedaron imposibilitadas para realizar posadas.
Las tradiciones navideñas que anuncian la llegada del niño Dios el 24 de diciembre han sido pocas las que se realizado en Acapulco como consecuencia del paso de este meteoro el pasado 24 y 25 de octubre.
La mayoría de las familias sufrieron afectaciones en sus viviendas y otras más se quedaron sin empleo por lo cual el meteoro se llevó el ánimo y las condiciones económicas para realizar esas celebraciones.
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Patricia, vecina de la colonia Morelos por más de 18 años realizaba año con año la posada de su calle, donde con cantos, piñatas, aguinaldos, un tibio ponche de frutas y tamales unía a todos los vecinos de su calle.
“Este año el huracán no me dejó organizar la posada de la calle, mi casa fue de las más afectadas, tardé mucho en limpiarla y apenas estoy juntando para repararla, doña Mago me vino a ver para que aunque sea hiciéramos la piñata, pero yo no tuve ánimos de nada”, confesó.
Así como doña Paty decenas de personas dejaron de hacer este año sus tradicionales celebraciones con sus vecinos y familiares, no obstante, no todos vivieron la misma situación en cuanto afectaciones.
La pareja Abril y Mario si realizarán la posada de su negocio, ya que afortunadamente no sufrieron ningún daño en su local ni en su vivienda. “Nosotros estamos muy agradecidos con Dios porque todo el año nos ha ido muy bien y por eso vamos a ofrecer a nuestros clientes una convivencia en agradecimiento a su preferencia”.