Guerrero podría quedarse en total indefensión y a merced de los fenómenos geológicos y meteorológicos, ante la decisión de desaparecer el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), principal fideicomiso que permitió reconstruir al puerto de Acapulco durante el desastre que provocó en el año 1997 el huracán “Paulina”, que dejó a su paso una estela de muerte y miles de damnificados.
Este estado suriano, el no contar con el apoyo del Fonden representaría un retroceso en materia de protección civil, opinó el diputado Heriberto Huicochea Vázquez, quien recordó que no solo se sufrió en 1997 el impacto del huracán “Paulina”, también se sobrellevó en el año 2013 los efectos de “Ingrid” y “Manuel”.
Durante la emergencia se necesitó de los recursos de este fondo para poder reconstruir al puerto de Acapulco, que fue el principal afectado por las intensas lluvias e inundaciones que causaron destrozos a las vías de comunicación y el desplome de algunos puentes, que incomunicaron a municipios de la Costa Grande y Costa Chica.
Reprochó que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, maneje un discurso recurrente al decir que el Fonden era la caja chica de muchos funcionarios, pero no presenta pruebas ni da nombres y solo mantiene la misma retórica de estar atacando la corrupción, pero sin acudir ante las instancias respectivas a presentar las denuncias.
Huicochea Vázquez dijo que en su opinión, la propuesta de desaparecer el Fondo de Desastres Naturales y el resto de los fideicomisos, es a todas luces una decisión irresponsable, que además obedece a la necedad que tiene este gobierno de manejar los recursos de manera opaca y discrecional, sin lineamientos ni reglas de operación.
Este instrumento maneja un presupuesto cercano a los 7 mil millones de pesos y cumple con atender a municipios y entidades de escasos recursos que sufren los embates de fenómenos naturales, en virtud que cerca del 40 por ciento del territorio nacional y más de una cuarta parte de la población están expuestos a tormentas, huracanes e inundaciones.
Por su parte, el regidor del Ayuntamiento de Acapulco, Roberto Ortega González, admitió que la posible desaparición del Fondo de Desastres Naturales es una decisión muy grave que repercutirá directamente en la población más vulnerable, de presentarse un desastre natural o fenómeno climatológico.
Este destino de playa ha sido golpeado en más de una ocasión por tormentas y huracanes, tal y como ocurrió durante el paso de “Paulina”, que desnudó la gran vulnerabilidad en que se encuentra la población, con el crecimiento del caudal del río El Camarón, que ha ocasionado el arrastre de viviendas y la muerte de familias completas, recordó.
El edil además refirió que esos recursos públicos han permitido ayudar a Guerrero frente a los desastres naturales como el paso de Ingrid y Manuel, así como los sismos del 19 de septiembre en 2017, por mencionar los más recientes.
“No podemos ignorar que Acapulco se encuentra frente a la brecha de Cocos, una zona altamente sísmica y que podría afectar de manera importante a las Costas del estado, en donde los más afectados serían aquellos que menos posibilidades económicas tienen”, precisó.
Por lo que insistió que el Fonden es necesario en la circunstancia del país, que es afectado por sismos, lluvias fuertes, ciclones y huracanes, por eso fue creado, por lo que reiteró que no hay que permitir qué desaparezca porque sí funciona y sirve especialmente en estados tan vulnerables como Guerrero.