Los abusos por aparta espacios para estacionamientos de vehículos sobre la costera Miguel Alemán, no sólo son producto de los llamados “viene, viene”, sino también por los propios propietarios de restaurantes y establecimientos comerciales que se ubican a la orilla de la avenida más importante de este destino de playa.
El problema de la falta de espacios y los abusos de los cobros en la vía pública, no sólo lo sufren quienes tienen vehículos particulares y hasta del servicio público durante las temporadas de vacaciones, fines de semana o los puentes largos, sino también todos los días de la semana debido a que estos lugares los mantiene en su poder los también llamados franeleros.
Para apartar los espacios aun cuando el reglamento de Tránsito y Vialidad lo prohíbe, se hace uso de todo tipo de objeto, desde pedazos de sillas de plástico, hasta cajas de madera, botes de plástico llenos con agua, garrafones de agua, llantas viejas, pedazos de fierro y de metal, así como piedras y conos de plástico que son colocados en grandes tramos de la avenida costera Miguel Alemán y frente a negocios como restaurantes, sitios de taxis y tiendas de autoservicio.
Los abusos con la vía pública son constantes y ninguna autoridad ha podido evitar los cobros excesivos que en ocasiones llegan hasta los 200 o 300 pesos por el uso de un espacio para estacionar algún vehículo de turistas o de un acapulqueño.
Los aparta espacios en la zona turística que afectan a miles de conductores de vehículos particulares y hasta del servicio público, se dan desde la zona de Caleta, Caletilla, calles del centro de la ciudad, hasta la zona de la avenida costera Miguel Alemán, además de calles de algunas colonias como la Progreso, donde también no está libre la vía pública.
María Guadalupe Espinoza, acapulqueña y propietaria de un vehículo particular, manifestó que es un abuso el que se comete por parte de quienes mantiene privatizada la vía pública.
“No se puede cobrar por un espacio al que todos como ciudadanos tenemos pleno derecho de utilizar sin pagar un solo peso, debido a que pagamos al municipio nuestros impuestos, las autoridades deberían de rescatar todas las calles y las banquetas para terminar con los abusos que se cometen hasta por quienes tienen negocios a la orilla de las calles que se apartan para evitar que uno pueda estacionar sin ningún problema su carro”, expresó.
Dijo que además de pagar por un espacio a la orilla de la vialidad no es garantía de seguridad, porque si pagas te lo cuidan y si no das dinero corres el riesgo de que rayen el vehículo, le quiebren alguna ventana o te ponchen las llantas los mismos que están cobrando.