El presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, debe de voltear a ver a Guerrero, porque se está perdiendo la batalla contra los grupos criminales, que han impuesto un escenario de violencia que cada día se recrudece.
El dirigente del Comité Directivo Municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Sofío Ramírez Hernández, señaló lo anterior y aseguró que no está exagerando.
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Lo ocurrido en el poblado Nuevo Caracol del municipio de Tlacotepec, en donde civiles armados atacaron a los habitantes con drones que cargaban explosivos, no es guión de ninguna película de Hollywood, es un hecho de la vida real.
Pero esta estela de violencia no es el único caso, la capital de estado y el puerto de Acapulco, están en medio de la guerra que están librando grupos antagónicos vinculados con el crimen organizado, por el territorio.
El líder del priismo porteño Ramírez Hernández, reprochó que a pesar de la llegada de miles de militares y de la Guardia Nacional, no se esté dando resultados en combate a la violencia.
Por ello hizo un llamado al gobierno federal, al estado y a los municipios, que revisen la estrategia de seguridad, que entiendan que fue un rotundo fracaso la estrategia de los abrazos, no balazos.
Afirmó que los protocolos de prevención del delito, simplemente son obsoletos, no han funcionado, tan es así que las balaceras, quema de vehículos y muertos, es la postal que ofrece un día si y al día siguiente también, este estado suriano.
