En días pasados, las autoridades federales y estatales anunciaron que el estado de Guerrero pasará de color naranja a amarillo en el semáforo epidemiológico, lo que significa que habrá más permisos para realizar actividades tanto esenciales como no esenciales.
Si bien es cierto que habrá menos restricciones para que los hoteles y restaurantes puedan ampliar su capacidad de atención, habrá otros negocios (los “no esenciales”) que podrán reabrir después de cinco meses de cierre obligatorio.
Espacios públicos cerrados como cines, teatros, iglesias, bares y hasta discotecas podrán regresar a la actividad económica siempre y cuando cumplan con las medidas sanitarias obligatorias como la sana distancia entre los clientes (1.5 metros), gel antibacterial a disposición de los clientes y el uso de cubrebocas.
En Acapulco, desde hace más de cinco meses los bares y discotecas habían permanecido cerrados debido a la pandemia del Covid-19, pero será a partir del lunes que podrán reiniciar actividades, sólo falta por definir si estos operarán en horario fijo o escalonado.
Sin embargo, ante este anuncio hecho, las mismas autoridades estatales y federales reconocieron que no se debe “bajar la guardia” ni disminuir las medidas sanitarias personales pues la alerta de un posible rebrote está latente.
Te recomendamos el podcast ⬇️