Vientos fuertes y marejadas afectaron 70 viviendas y 38 restaurantes

La Secretaria de Protección Civil en el estado se encuentra realizando un censo de afectaciones

Javier Tinoco Memije.

  · lunes 11 de junio de 2018

Alrededor de 70 viviendas y 38 restaurantes resultaron afectados tras el paso de “Bud” en territorio guerrerense durante las últimas 36 horas, adelantó la Secretaria de Protección Civil en el estado, quien informó que se encuentran realizando un censo de afectaciones en coordinación con dependencias de los tres órdenes de gobierno.

A través de un comunicado, el titular de la dependencia, Marco César Mayares Salvador, señaló que las viviendas afectadas se ubican en la zona de playa de la comunidad de Petacalco, municipio de la Unión, las cuales registraron la introducción de agua hasta en 50 centímetros de altura, ocasionando daños en enseres domésticos, sin que se reportaran lesionados o decesos. En la misma zona 50 enramadas fueron siniestradas.

Ante la afectación, inició en operaciones el refugio temporal de la localidad, sin embargo, la mayoría de los afectados optaron por alojarse en casas de vecinos.

El funcionario estatal agregó que, en el municipio de Benito Juárez, 35 enramadas de playa fueron afectadas en la localidad de playa Paraíso y 18 en Llano Real; mientras que en Acapulco, 40 enramadas y 38 restaurantes de Pie de la Cuesta resultaron con afectaciones.

En Pungarabato, en la comunidad de La Barrita se contabilizaron 16 enramadas caídas y cuatro más en Barra de Potosí; así mismo, las instalaciones en la zona costera de Tecpan de Galeana registraron daños en Playa Ojo de Agua, Boca Chica, Michigan y el Carrizal, en donde el saldo fue de 19 palapas derribadas por el fuerte oleaje.

Al reporte se suman ocho árboles caídos en el municipio de Tecpan, seis en Petatlan y un caso similar, respectivamente, en la comunidad de Carrizo, San Marcos y Pungarabato; además de un arrastre de material solido en la localidad de Dios me Libre en Florencia Villareal.

Mayares Salvador expresó que el personal operativo mantiene un monitoreo permanente de los caudales y niveles de ríos, lagunas y presas, con el objetivo de alertar a la población y a las autoridades en caso de ser necesario.