Luego de que en la temporada de estiaje 2018, se han contabilizado un total de 120 siniestros en zona forestal con un total de nueve mil hectáreas afectadas, intensificarán las acciones de combate para la prevención, control y sofocación de incendios forestales en coordinación con instancias federales y municipales, así como del Ejército Mexicano.
El secretario de Protección Civil del Gobierno de Guerrero, Marco Mayares Salvador dijo que la cifra es menor en comparación con el año anterior, e informó que por instrucciones del gobernador Héctor Astudillo Flores, las secretarías de Protección Civil, del Medio Ambiente y Recursos Naturales del Estado, redoblarán esfuerzos en esta materia.
Mayares Salvador dio a conocer que es en la región Centro donde se ha contabilizado el mayor número de incendios forestales con 48 casos, seguida Acapulco con 18 siniestros y la Montaña con 21 casos, los cuales han sido combatidos con las brigadas forestales, sumando un total de 120 incendios que han afectado una superficie de 9 mil hectáreas boscosas.
Precisó que en la presente temporada de estiaje 2018, se han registrado 120 incendios en zona forestal con un total nueve mil hectáreas afectadas, cifra menor en comparación con el año pasado cuando a esta fecha se habían registrado 142 incendios forestales afectando 14 mil hectáreas.
Respecto a los incendios suburbanos, lotes baldíos y basureros municipales, estos siniestros fueron sofocados por personal de Bomberos y brigadistas de la Secretaría de Protección Civil Estatal, Brigadistas de Protección Civil y Bomberos municipales, dentro o cerca de la zona urbana, donde se consumió vegetación hierba, pasto y arbustos, sumando un total de 602 casos en 36 municipios.
Cabe recordar que, ante el incremento de las temperaturas en la entidad, el gobernador Héctor Astudillo llamó a la ciudadanía a evitar provocar incendios y hacer conciencia ante los efectos que conlleva un siniestro ya que afecta la biodiversidad, es decir, flora y fauna silvestre y amenaza la vida de quienes habitan en esas áreas rurales, además de contribuir a los efectos adversos para la salud y calidad de vida humana por el cambio climático.