A dos años de la inauguración de las primeras Universidades del Bienestar en el estado de Guerrero, persisten las críticas no sólo a su infraestructura sino a su nivel educativo debido a deficiencias que ponen en duda la certidumbre de la preparación de los alumnos.
Estas 14 universidades pueden ser un verdadero logro para el gobierno federal, sin embargo, a la fecha solo cuatro universidades están concluidas en su totalidad.
Se trata de las ubicadas en Metlatónoc, Atoyac, Xochistlahuaca y Juan R. Escudero, que ya están construidas y los estudiantes ya toman clases en esos espacios.
En seis escuelas, los alumnos toman clases en otros espacios, al mismo tiempo que se continúan los trabajos para concluir los edificios
Las instituciones comenzaron a operar en 2020, luego de una gira nacional que encabezó el presidente Andrés Manuel López Obrador y que incluyó la inauguración de los planteles ubicados en Juan R. Escudero (Tierra Colorada) y Atoyac.
Este año, fueron seis las que arrancaron trabajos educativos, en los municipios de Huitzuco, Atlixtac, Quechultenango, Taxco, Tecpan y Teloloapan, donde hay más de mil 600 estudiantes preparándose en ramas de la Salud.
Las escuelas de Tierra Colorada y Zacualpan, las que hace dos años visitó el presidente para inaugurarlas, están “prácticamente” operando en edificios propios, señala el delegado federal Iván Hernández Díaz.
Señala que antes de que concluya el sexenio, las 14 escuelas contarán con su propio edificio, ya que el gobierno federal lleva como premisa no dejar obras inconcusas.
Mencionó que las universidades están operando y se encuentran “consolidadas”, además de que cuentan con una gran demanda, ya que en ninguna de las instituciones hay menos de 100 estudiantes.
El objetivo a largo plazo del gobierno federal es que quienes egresen de estas carreras, se puedan resolver las carencias del cuestionado sistema de salud en la entidad, ya que las disciplinas que se estudian son medicina integral, salud comunitaria, enfermería y obstetricia.
Hernández sostiene que dado que las universidades son parte de un proceso inédito, en la que primero hubo una curva de aprendizaje, esta ya fue superada.
Los estudiantes son enviados a realizar sus prácticas en las comunidades, y no en hospitales como lo realizan estudiantes de otras instituciones, dado que en muchos casos no son aceptados por no contar con la preparación adecuada y los que lo logran son por recomendación.
Aún con esto, la primera generación de egresados de estas universidades, estará lista dos años después de que concluya el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, tras concluir los estudios, prácticas profesionales e internado.
El funcionario manifiesta que este sistema educativo es vigilado y tiene acompañamiento permanente de la Coordinación nacional, encabezada por la profesora e historiadora Raquel Sosa Elízaga.