Aunque en el artículo 66 de la Ley del Sistema de Seguridad Pública del Estado de Guerrero se obliga a los municipios a garantizar la entrega de uniformes, insignias, identificaciones, chalecos, armas, vehículos y demás cosas que requieran para su función a los policías de la corporación municipal, en Chilpancingo durante el más de un año que tiene la presente administración sólo se ha entregado un uniforme de mala calidad y que se adquirió a un muy elevado precio.
De acuerdo con elementos de la propia corporación, en el mes de abril la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez, les entregó una dotación de uniforme completo, es decir camisola, pantalón, fornituras, gorra y calzado, sin embargo la camisola casi nadie logró utilizarla porque la tela de que fue elaborada se calienta mucho y al estar trabajando en el sol les quema.
La propia ley obliga a las autoridades a que doten de uniformes suficientes para que los policías puedan salir a desempeñar su función a fin de que se tenga un control sobre las prendas que utilizan y se evite el mal uso de los uniformes, sin embargo al no tener una dotación suficiente de uniformes los policías tiene que adquirir en el mercado negro su vestimenta.
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Los uniformes policiales deberían tener un control como parte de la estrategia de seguridad, pues el hecho de que se puedan comprar en cualquier tienda, genera una situación de vulnerabilidad para los propios elementos de la corporaciones y para la sociedad misma, sin embargo los recursos que destina el municipio a comprar uniformes no alcanza porque los adquieren con un sobreprecio descomunal.
En el mes de abril el gobierno municipal compró 106 uniformes y en ellos invirtió 5 mil 260 pesos en cada uno, poco más de medio millón en global para entregar sólo un uniforme por elemento, los uniformes fueron mandados elaborar en tela Ripstop, de mayormente Naylon, y con características impermeables, es decir que es casi de plástico, por ello su gran capacidad de retener el calor y tan sólo las camisolas tuvieron un costo de 880 pesos cada una, una gorra beisbolera ripstop a un costo de 180 pesos, mientras que esta misma gorra en tiendas de venta en línea se le localizó en un promedio de 60 pesos.
El pantalón costó 870 pesos y al ser un producto elaborado fuera de marcas comerciales no pudimos hacer comparación, sin embargo encontramos pantalones tácticos similares desde 300 pesos, cinturón táctico se compró a 280 pesos, y una playera de cuello redondo se adquirió por 220.
En la información que el gobierno municipal no entregó las marcas de cada producto, sin embargo elementos de la corporación indicaron que no se trató de ningún producto de mucha calidad, fueron productos estándar similares a los que habrían conseguido en tiendas comerciales por menos de dos mil pesos, incluyendo las botas que se cotizaron en el gobierno a 870 pesos, cuando ellos las adquieren a menos de 500.