Escondidos, en silencio y disfrazados en la mayoría de ocasiones de buenas voluntades, presuntos pedófilos se encuentran a la caza de víctimas en ciudades como Acapulco.
Los principales puntos rojos en el puerto para pedofilia y pornografía siguen siendo la zona del Zócalo, Caleta, una parte de la Condesa y Hornos Insurgentes.
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El coordinador del Frente Amplio Feminista, Enrique Solano López, detalló que en Guerrero se tiene un 20% de casos de pedofilia con turismo sexual, y que el gran número de personas que se ven inmiscuidos en pornografia infantil son extranjeros.
“Aquí la estrategia debe ser integral porque únicamente compete a los puertos turísticos sino también a Relaciones Exteriores a las aduanas, es un trabajo que no se ha hecho por Acapulco, al igual que Cancún, sigue siendo un destino turístico con pedofilia”, lamentó Solano López.
Cabe mencionar que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sitúa a México como el primer país del mundo en abuso sexual de menores en donde el principal flujo de pedófilos y pederastas son de los Estados Unidos.
Agregó que esos temas no se tocan, dada a la poca capacidad institucional que hay por parte de las instituciones policiales de investigación, inclusive como una respuesta del estado; “es un tema que debería prevenirse pero desafortunadamente se toman en cuenta cuando está a la vista de la ciudadanía pero mientras tanto no se hace la prevención”, concluyó.
Si bien no existen datos completamente fiables sobre turismo sexual con menores. Unicef calcula que son 1,8 millones de niños y niñas quienes la sufren en el mundo.
De acuerdo a datos de la Organización Internacional para las Migraciones, anualmente el 20 por ciento de los viajes turísticos internacionales, se hacen con el objetivo de tener relaciones sexuales.
Cifras oficiales del SecretariadoEjecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica señalan que el año 2022 se registraron 17 denuncias ante el Ministerio Público por casos de corrupción de menores.
Se estima también que tras la pandemia, en México la exportación de pornografia infantil aumentó de 60 a 73 por ciento.