El tiradero de basura a cielo abierto en el municipio de San Jerónimo de Juárez es el más grande de la región Costa Grande; el enorme cúmulo de desechos ubicado sobre la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, además de generar mala imagen, refleja la incapacidad de la Presidenta Glafira Meraza Prudente en atender este servicio básico para cualquier localidad.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en Guerrero (Semaren) ha sido enfática en exhortar a los municipios para resolver este problema, pero en Benito Juárez no se atiende, por ninguna de las dos partes; por un lado el gobierno morenista no promueve acciones para evitarlo, y por el otro, la ciudadanía continúa arrojando la basura, sabiendo que no es correcto.
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Hay todo tipo de desechos orgánicos e inorgánicos: mangos podridos, animales muertos, pañales desechables, plásticos y metales. En este punto es evidente que no hay recorridos de camiones recolectores de basura y ni siquiera algún letrero que prohíba el aporte de basura.
No solo se trata del mal aspecto en una de las principales vías carreteras en la que diariamente transitan turistas nacionales a la Costa Grande, el nivel de contaminación es considerable, pues debajo de la carretera hay una canal de riego con agua cristalina que es impactado con residuos lixiviados y sólidos. Agua que se utiliza en el riego de huertas y para alimentar al ganado.
Los habitantes reclaman a la Presidenta municipal Glafira Meraza que de una vez por todas atienda el problema, lamentaron que durante su campaña se comprometió a erradicarlo y a casi tres años de gestión no solo no lo ha hecho, el problema se agudizó.
En general el sistema de recolección en todo el municipio no es óptimo, además de este tiradero, hay otras zonas que también tiene cúmulos de basura; sin dejar de lado que en el primer cuadro y las colonias hay días en que no pasa el camión recolector y los desechos se observan en cada esquina.