Un año ha pasado desde que la tierra se cimbró con gran intensidad. La fecha del 19 de septiembre sigue presente y sorprendentemente un nuevo sismo y casi a la misma hora, dejó sentir la fuerza de la naturaleza, pero en el 2018, con menor intensidad a los ocurridos en el 2017 y 1985.
Eran las 11:00 horas de la mañana con 37 minutos de ayer miércoles, cuando muchos porteños fueron sorprendidos de nueva cuenta por lo que el temor y la adrenalina les recorrió el cuerpo.
Estudiantes, trabajadores del sector restaurantero y hotelero, así como burócratas, fueron evacuados de edificios ubicados a lo largo de las principales avenidas, así como de colonias populares de la ciudad ante la ocurrencia del sismo de 4.3 grados con epicentro entre los municipios de Coyuca de Benítez y Acapulco.
El recuerdo se volvió a hacer presente, y es que hace un año más de 360 personas fallecieron en el centro del país como consecuencia del derrumbe de edificaciones por el sismo de 7.1 grados en la escala de Richter que además, causó afectaciones en miles de edificios de varias entidades federativas.
Aquel 19 de septiembre de 1985 cuando más de 12 mil personas fallecieron a causa del terremoto de 8.1 grados.
De acuerdo con el reporte de autoridades de Protección Civil estatal, el sismo se detectó en ocho estaciones sismo censoras a 23 kilómetros al sur del puerto de Acapulco, sin ameritar aviso de Alerta a la ciudad.
El movimiento fue percibido moderado en la región Acapulco y ligero en las regiones Centro, Costa Grande y costa Chica, sin que este pasara a mayores, pues el saldo fue blanco.
¿Coincidencia o destino?, comenzaron muchos a preguntar. Cuestionamiento que las autoridades hasta el momento no han podido explicar y que quedará en la mente de los mexicanos como un día de alta sismicidad.