Al conocer la noticia del asesinato de Bruno Plácido, inmediatamente vino a mi memoria la última vez que lo entrevistamos en las instalaciones del SNRP en el 2021, y fuera de grabadoras le pregunté si no le daba miedo que lo encarcelaran o lo asesinaran por la lucha que durante más de dos décadas mantuvo buscando seguridad para los pueblos indígenas. “Me da más miedo seguir viviendo en las comunidades donde no hay seguridad, donde hay mucha pobreza, desigualdad y humillación de los indígenas y que no tienen ningún apoyo del gobierno”.
Bruno Plácido y su hermano Cirino fueron de los principales promotores de la Policía Comunitaria en la década de los 90, que inició en el municipio de San Luis Acatlán y se extendió a cientos de comunidades de las regiones de Costa Chica y Montaña.
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Por diferencias con los miembros de la CRAC-PC Bruno Plácido se separó de esta organización y fundó la UPOEG (Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero), con la que se creó un sistema de Justicia Comunitaria en municipios como Ayutla, Tierra Colorada, en comunidades de Chilpancingo y Acapulco, entro otros de la Montaña y zona norte.
Con la CRAC-PC en la región donde operaba se logró disminuir casi a cero la incidencia delictiva, que básicamente se trataba de delincuencia común que cometía robos, asaltos y otros delitos menores; sin embargo, con la conformación de la UPOEG Bruno Plácido pasó a una faceta en la que le tocó confrontarse incluso con la delincuencia organizada.
De acuerdo con información de medios de comunicación, la separación de Bruno Plácido con la CRAC-PC se generó en el año 2010 y un año después se instaló en Ayutla de los Libres, donde dio vida a la UPOEG, que además del tema de la seguridad inició una lucha en contra de la Comisión Federal de Electricidad por cobros excesivos y falta de servicio en las comunidades.
Fue hasta el 2013 cuando se presentaron como policía ciudadana que luchaba contra criminales y enfrentó a grupos delictivos en la región de Costa Chica, inicialmente se desplegaron para buscar a un sacerdote que fue secuestrado en la comunidad de El Mezón. El sacerdote fue rescatado casi en la cabecera municipal de Ayutla, en un filtro de vigilancia en donde uno de sus captores fue asesinado y sus compañeros trataron de escapar y fueron detenidos.
El 9 de agosto de 2022, Bruno Placido Valerio fue detenido por elementos de la Policía Ministerial acusado del delito de "robo específico", por lo que fue canalizado al penal de Tlapa de Comonfort, horas después fue liberado debido a que uno de los delitos que se le imputaban ya había prescrito, en tanto que en otro no se le pudo acreditar la responsabilidad.
Entonces la Fiscalía lo acusó de tener una alianza con el grupo delictivo Los Rusos, que opera en la costa Chica y Acapulco, él reconoció que algunos miembros podrían haber sido captados pero como organización mantenían la defensa de la seguridad.
La tarde de este martes Bruno fue atacado a balazos en la puerta de la Secretaría de Salud a donde había acudido para reunirse con la titular y un grupo de comisarios.