A pesar de los anuncios que hizo la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, en torno a que se mantendrían de manera permanente los operativos de seguridad en las inmediaciones del mercado "Baltazar R Leyva Mancilla", este lunes no hubo ningún tipo de vigilancia en el centro de abasto, y sólo alrededor de las nueve de la mañana un grupo de militares fue a tomarse fotos y luego se retiró.

El domingo la presidenta municipal recorrió todas las naves del mercado y el tianguis aledaño, en todo momento anunció que se mantendrían los operativos para garantizar la seguridad de la población que asiste a consumir productos y especialmente de los comerciantes que están todo el día y expuestos.

Un trabajador del área del estacionamiento indicó que los policías y militares que estuvieron el domingo no fue para protección de la gente sino por la visita de la presidenta, “aquí todos sabemos que estamos expuestos y que en cualquier momento puede tocarnos ser víctimas de la inseguridad pero tenemos que comer y por eso aquí seguiremos”.

Recalcó que los policías y militares que han acudido a supuestamente resguardar el mercado sólo van por instantes se toman fotos para justificar y se retiran, por eso cuando los delincuentes actúan, nunca hay una autoridad cerca.

También resaltó que si las autoridades quisieran realmente resolver el problema y detener a los delincuentes lo harían con gran facilidad pues el mercado tiene un circuito de cámaras de seguridad que se controlan desde la administración y están prendidas de manera permanente entonces se pueden identificar a quienes cometieron el delito.

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Comentó que en la administración del mercado se tienen las pantallas, pero un detalle es que la administradora casi nunca se encuentra en el sitio, “ustedes pueden corroborar, vayan a preguntar por ella a cualquier hora del día y nunca está”, así lo hicimos fuimos a pedir información pero sólo encontramos a la secretaria y los inspectores que lo único que dijeron es que la funcionaria no estaba.

En la nave tres que es la zona donde se expenden las carnes, la mitad de los puestos permanecen cerrados porque no hay abasto de pollo, y nadie quiere hablar al respecto, “es peligroso decir algo por que no sabemos que pasó, ni se sabe quiénes fueron los agresores”.