Luego del ataque armado a la base de urvan de la ruta Chilpancingo-Amojileca, maestros que atienden las escuelas de la comunidad decidieron cancelar todos los servicios de manera indefinida.
De acuerdo con uno de los profesores, las clases se suspendieron en el Jardín de Niños, Primaria, Secundaria y Telebachillerato, los docentes salieron de la comunidad pues ninguno es originario del lugar, todos viajan diariamente de Chilpancingo a ese lugar.
La comunidad de Amojileca se encuentra situada al poniente de Chilpancingo aproximadamente a 12 kilómetros de la ciudad por lo que los maestros viajan utilizando el servicio de urvans que en este momento no tiene servicio tras la agresión.
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Alrededor de las nueve de la mañana un grupo de civiles armados irrumpió en la base de urvans de Amojileca, amenazaron a los choferes y usuarios, los hicieron abandonar las camionetas y a dos les prendieron fuego, luego se retiraron del sitio.
Una vez que la información del hecho llegó a la comunidad los maestros decidieron no exponer a los alumnos ni a ellos mismos pues se teme que la escalada de violencia pudiera crecer y llegar a la población.
En Guerrero se vuelto una constante que tras cada hecho de violencia los maestros suspendan la labor educativa, de manera indefinida hasta que las autoridades garanticen condiciones para que no haya riesgo.
A principios del pasado mes de febrero en Chilpancingo se vivió una crisis de inseguridad que afectó al transporte público, luego de que incendiaron vehículos y asesinaran choferes, está se superó luego de que el 14 de febrero los líderes de las agrupaciones criminales pactaran una tregua que fue auspiciada por sacerdotes y obispos de Guerrero.
Hasta el momento se desconoce si este hecho signifique que la tregua se rompió o es conflicto entre grupos diferentes.