La negativa de las autoridades federales de otorgar apoyos a los industriales de la masa y la tortilla del estado de Guerrero, es uno de los factores que ocasionó que los consumidores de Chilpancingo tengan que sufrir un nuevo incremento en el precio de este producto que pasó de 24 a 26 y hasta a 28 pesos en algunos establecimientos.

Los industriales de la masa y la tortilla, desde hace meses, hicieron una petición a la paraestatal Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), que les vendiera maíz a un precio razonable para poder mantener los precios de sus productos, sin embargo la institución se negó.

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La propuesta de los tortilleros es que se garantizara el abasto a un precio promedio de 7 mil 500 pesos la tonelada, porque ahorita que el maíz se encuentra escaso en Guerrero, el precio del maíz ha alcanzado los 10 mil pesos la tonelada, debido a que se trae principalmente de Sinaloa y el arrastre lo encarece.

Asimismo el estado de Guerrero se quedó fuera de un programa de créditos que otorgó el gobierno federal para la modernización y equipamiento de tortillerías, en los que podrían acceder hasta a 500 mil pesos, con ello podrían modernizar equipos para hacer los más eficientes y disminuir gastos en operación.

Desde el pasado lunes algunos establecimientos iniciaron la escalada de precios pasando de 24 a 26 y en algunos sitios hasta a 28 pesos el kilogramo, los industriales aseguran que tiene que subir el precio porque, el mantenerlo en 24 les genera pérdidas económicas ya que sus gastos de producción y comercialización superan lo que se obtiene de la venta.

"Tenemos que pagar en 10 mil pesos la tonelada de maíz, gastamos en agua, luz, gas, empleados, papel, mantenimiento de las máquinas, rentas, impuestos y muchas cosas más por eso, le tenemos que subir al precio que nos genere aunque sea un poco de ganancia".

Cabe destacar que actualmente el precio está liberado y cada tortillería puede determinar su precio de manera libre, y lo que no pueden hacer es ponerse de acuerdo todos en incrementar juntos el precio porque se genera una práctica monopólica que estaría infringiendo la ley, entonces cada industrial coloca su precio para competir con los demás industriales del mismo ramo, a fin de que venda el que tenga mejor precio o mayor calidad.