Líderes de organizaciones campesinas denunciaron que el gobierno federal subejerció y tuvo que devolver a la tesorería 460 mil millones de pesos del programa de precios de garantía y por eso es que no se han abierto las ventanillas para comprar el maíz de los productores Guerrerenses que podría terminar en manos de acaparadores o incluso podrirse en las parcelas.
Evencio Romero Sotelo, indicó que en este momento muchos campesinos tiene su maíz tirado en las parcelas debido a que el gobierno federal se niega a comprárselos al precio de garantía que establecieron y son algunos acaparadores quienes están comprando pero a un precio mucho menos.
"El precio de garantía que estableció el gobierno federal es de 5 mil 800 pesos y lo que están pagando los acaparadores son tres mil pesos por tonelada y eso no deja utilidades al productor, pues apenas si recupera lo que invirtió".
Resaltó que en Guerrero el programa debería estar en este momento comprando el producto a los campesinos que ya invirtieron su dinero en la siembra, abono, insecticidas, en la mano de obra para la cosecha y tendrán que llevarlo a los centros de acopio que en este momento están cerrados.
Criticó al delegado de los programas sociales del gobierno federal en Guerrero Iván Hernández Díaz a quien, dijo, no tiene capacidad para ocupar ese puesto de alta responsabilidad, y lo llamó "Minidelegado", quien además ni siquiera ha respondido a documentos que le enviaron para pedir tener una reunión a nombre de los campesinos.
"El nos dice que no quiere tener trato con las organizaciones, que quiere tratar directo con los campesinos, pero los campesinos no tiene forma de hablar con él y están viendo como el maíz se pudre en sus parcelas por no tener donde venderlo".
Por su parte el dirigente de la UNTA Marco Antonio Reyes, reveló que incluso ofrecieron prestar gratis tres bodegas al gobierno federal, "Dijeron que el problema es que no hay donde almacenar y le ofrecimos prestarle las bodegas con el único requisito que se firmara un convenio claro que muestre que no hay ningún pago o beneficio para la organización y se adquiera el maíz de todos los productores sin ninguna discriminación.
Resaltó que hace unos días miembros de su organización tiraron maíz en las oficinas del Bienestar para mostrarle al delegado la situación que tiene en las parcelas, "pero el funcionario parece que no escucha y no vey no siente".