Ante la falta de trabajo y el abandono de la autoridades locales durante la pandemia por Covid-19, las señoras Inés y Carmen, se vieron en la necesidad de salir de su comunidad el Cortés, perteneciente al municipio de San Marcos, para recorrer colonias de la zona Diamante de Acapulco y pedir despensa o dinero.
Las dos señoras, se coordinan y mientras una visita una edificio, de la Unidad Vicente Guerrero 200, para ir tocando puerta por puerta para pedir una ayuda, la otra con receta en mano visita otros departamentos para solicitar dinero o despensa.
Doña Inés, dice que vienen del poblado del Cortés y al no encontrar trabajo se vieron obligadas a salir y pedir ayuda a la gente, aunque se tuvieron que olvidar de la vergüenza y enfrentarse al rechazo que han recibido de algunas personas.
“La gente piensa que los estamos engañando, pero no señora, necesitamos para comer, allá en el pueblo no hay nada, ni trabajo”.
Durante su peregrinar de andar casa por casa pidiendo una despensa, las señoras ya llevan recolectado unas cinco bolsas de frijol, tres de arroz, aceite, sopa, azúcar y leche que le dieron algunas personas.
“No tiene aceite, jabón para lavar o sardina?” Pide doña Carmen, quien lleva cubierta su cabeza al igual que su amiga Inés para protegerse del fuerte sol.
Carmen e Inés, acomodan su despensa en una caja y otras en una bolsa reciclada, meten jitomate y cebolla que también les donó la gente.
Con su acento costeño, típico de la región de la Costa Chica, dice que las autoridades municipales los han abandonado y a su pueblo nadie los ha visitado.
Las señoras, se acomodan en su cabeza, la caja y la bolsa con despensa y siguen su camino para seguir pidiendo ayuda.
