Por la violencia que impera en la zona de la sierra, las comunidades y el camino a partir de Xochipala se encuentran desolados, además de que a la población de Yextla desde hace tres días se les suspendió el servicio de energía eléctrica denunció el Obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza.
Comentó que el sábado pasado, tuvo necesidad de ir a la sierra a realizar las confirmaciones en la población de Capulines, pero en todo el camino no se veía ni un alma, no hay vehículos en la calle, y en los pueblos se nota el miedo y desesperación de las personas, “hay una desolación terrible” en Xochipala, La Presa, Campo de aviación, Yextla y el propio Filo de Caballos. “Se ve un desaliento tremendo en esa gente”.
Mencionó que le hablaron de Yextla para pedirle su ayuda, porque los pobladores llevan tres días sin luz debido, situación que se atribuye a un conflicto entre grupos antagónicos de la delincuencia, que se disputan el territorio, así como el trasiego y control de los enervantes.
"Un dato importante que les voy a dar es que hace un par de años la goma de amapola costaba 25 mil pesos el kilo, después se los bajaron a 10 mil y ahora que subí nos platican que les están pagando el kilo a 3 mil pesos".
En lo que se refiere al tema electoral el obispo confirmó que recientemente lo buscaron otros candidatos para pedirle su intervención con grupos delictivos, para que les permitan el desarrollo de sus campañas en tranquilidad y ha intercedido por ellos para que puedan transitar libremente, sin embargo, lamentó que las campañas se estén realizando con el ofrecimiento de dádivas.
“Lo que decían los narcotraficantes que no quieren ellos que estén comprando el voto, sino que sea el voto libre”, y acusó que todos los partidos están haciendo campañas sin un verdadero compromiso con las comunidades, sólo ofreciendo dádivas y dinero pro el voto.
Salvador Rangel, expresó que Guerrero es una tierra muy complicada donde hay grupos “más difíciles que otros”, aunque confirmó que no con todos se lleva a pesar de eso la mayoría los han recibido bien, le han dado su espacio y respeto.
“Ellos también tienen sus razones e intereses, pero hasta ahorita de mi parte me han recibido bien, no sé si sea por amor a Guerrero, por respeto al obispo, pero hasta ahorita ellos saben que estoy con la gente con cariño y respeto a la gente y están respetando”.