El delegado de la Secretaría de DesarrolloAgrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en Guerrero, José ManuelArmenta Tello, señaló que ha sido un gran reto enfrentar todoslos problemas en esta dependencia, pero consideró que es mejor darla cara ante las adversidades que esconderse detrás del escritorioy no solucionar lo que se hizo mal en el pasado.
En entrevista exclusiva para El Sol de Acapulco,el funcionario federal admitió que a la fecha 11 fraccionamientosque serían entregados a los afectados por los fenómenos naturales“Manuel” e “Ingrid”, siguen clausurados por la Profepa,tras no contar con la manifestación de impacto ambiental y lasolicitud de cambio de uso de suelo.
Armenta Tello dijo que estos permisos debieronsolicitarse antes de comenzar la construcción de las viviendas yno se hizo, por lo que están corrigiendo errores que se cometieronen el 2013 y que a más de tres años cuatro meses de la tragediahan ocasionado que ciento de familias no puedan recibir los hogaresque se les prometió terminados.
“Había procesos que estaban detenidos por temasadministrativos, se estableció una relación de confianza, hicimoscompromisos y se restableció el flujo de recurso a Guerrero y a millegada tenían más de año y medio suspendidos y llegamos areactivarlos, sabemos la ruta que tenemos que seguir para resolverla problemática”, expresó.
José Manuel Armenta recibió ayer una protesta ytoma de las instalaciones por parte de vecinos del fraccionamientoPapagayo en Tierra Colorada, que hace unos días se incendió y seperdieron 21 de las 29 viviendas que habían sido construidas luegode los desastres naturales del 2013.
¿Qué ocurre con estas protestas delegado, porejemplo la de hoy (ayer), que los atendió y dialogó conellos?
“Son tres años y cuatro meses de esperar, estasprotestas que se dan el día de hoy son habitantes del Papagayo delmunicipio de Tierra Colorada, donde la gente después del incendiorevive, se agrupa y se da cuenta que se les hizo una propuesta devivienda que no contempló sus usos y costumbres, además se usa unsistema constructivo que no es adecuado para la zona y se incendiay se destruyen 21 de las 29 viviendas ejecutadas en este lugar”,expresó.
Agregó que los inconformes le exigieron lareconstrucción inmediata del fraccionamiento que ofreció laSedatu a quienes fueron censados y lo perdieron todo, además quese realice, como se prometió, de acuerdo a sus usos y costumbres yacorde a lo que se desarrolla en sus comunidades.
¿Qué ha representado estar al frente de laSedatu en esta etapa con tanto reclamo, inconformidad por lascasas?
“Es un reto importante que para mí ha demandadoatención, tengo como principio atender los reclamos, loque nos da laposibilidad de disminuir la presión social, hay accionespendientes por entregarse procesos por concluir, esto tiene untiempo, se han ido extendiendo, tres años y cuatro meses desde que‘Manuel’ e ‘Ingrid’ que destrozó la infraestructura devivienda y que lamentablemente hubo afectaciones en las costas y lamontaña”, dijo.
Sobre los fraccionamientos clausurados porProfepa, señaló que están trabajando en cumplir con todos losrequisitos, para pronto poner en marcha 14 de ellos que llevan pocomás de un año parados, pero su construcción está avanzada hastaen un 90 por ciento y sólo les falta algunos detalles para poderentregarlos.
El delegado de la Sedatu reconoció que todos losproblemas que enfrentan en la actualidad son competencia de estadependencia, pero señaló que hay procesos en estos tres años quehan impedido la entrega de viviendas, como el aumento en los costosde materiales para la construcción, porque se salen del alcance delos presupuestos.
Dijo que no es posible hoy hacer una vivienda conla misma cantidad de recursos que se tenían en el 2013, lo que hacausado dificultades porque no se le puede exigir a una empresa quehaga una casa con las mismas características de hace tres años almismo costo, por lo que se necesita más recurso.
“Tan solo de diciembre del 2016 a enero del 2017tuvimos incrementos significativos en el costo de materiales, comoel acero y el cemento, que aumentaron hasta en más del 20 porciento, con esto quedamos rebasados con el presupuesto, sonincrementos considerables”, ejemplificó.
Armenta Tello reconoció que al momento de laemergencia no se evaluó bien cada uno de los daños porque hizofalta gente preparada para realizar estas tareas en todas las zonasque resultaron afectadas, para que todo funcionara de maneraadecuada, lo que trajo contratos de viviendas que se pagaron acostos muy injustos y están en periodo de abandono y enfrentamosprocesos legales con las empresas.
Asimismo, dijo que desde que tomó las riendas dela Sedatu en el 2015, no ha tenido información de que algunosfraccionamientos hayan detenido su construcción por problemas deextorsiones o con el crimen organizado, aunque dijo tenerreferencias de que en anteriores administraciones sí sufrieron poreste flagelo.
“Había dos opciones, una era encerrarme y nodar la cara y finalmente decir que no fue en mi periodo en el quese hizo la evaluación y en el que se inició el proceso de lareconstrucción, o la otra, la que hemos asumido de dialogar, debuscarle soluciones y encontrar la posibilidad de resolver elproblema”, explicó.